´Ese crimen es mío´, una película francesa con gustoso humor de repostería

Las comedias siempre tienen cabida en el cine, en especial cuando de historias provenientes de Francia se trata, una nación que gusta de tramas de todos los calibres y de todas las épocas, y que siempre tiene en el humor, el vehículo que conduce a las emociones más extremas.

Para los amantes de las producciones galas, ´Ese crimen es mío´ será un banquete ineludible con lo mejor del humor, un ingrediente, que, a la altura de su culinaria, hace del toque francés el mejor aperitivo, que además de sobrio, equilibra el sabor de las situaciones que pueden llegar a parecer absurdas.

´Ese crimen es mío´ cuenta la historia de dos amigas que tratan de encontrar el mejor rumbo para sus vidas, pero sus sueños, por más que se empeñen, no logran despegar.

Madeleine Verdier y Pauline Mauléon son las mujeres que se ven involucradas en una particular situación cuando la primera, que sueña con ser actriz, es acusada de un crimen, mientras que su amiga, una abogada sin mayores clientes, la convence para declararse culpable.

Esta comedia dirigida por François Ozon, es una muestra de su versatilidad al frente de historias de caracteres variopintos, demostrando que el drama, la risa y hasta la época no son obstáculos, sino divertidos desafíos para su realización como hombre de cine.

´Ese crimen es mío´ es una adaptación de la novela Mon Crime!, escrita por Georges Berr y Louis Verneuil en 1934, y que el director realizó a 4 manos con Philippe Piazzo.

Las críticas hacia la película han sido benignas porque el humor que maneja está bien dosificado en actuaciones sobresalientes de sus protagonistas, quienes le imprimen un sello muy femenino a una época en la que no resultaba ser sencillo ser mujer entre ´cosas de hombres´.

La película resulta aún más provocativa por la participación en ella de tres de las estrellas del cine francés contemporáneo: Isabelle Huppert, Fabrice Luchini y André Dussollier.