´Mi reno de peluche´: una apuesta diferente de humor negro e ironía en streaming

´Mi reno de peluche´ es una de esas series que no estamos acostumbrados a ver, pero que, gracias al streaming, podemos descubrir y hasta desmenuzar, para darnos cuenta que el humor puede ser muy variado y universal a la vez, así como las angustias y los sentimientos primarios del ser humano.

Esta serie de 7 capítulos es protagonizada por el actor escocés Richard Gadd, un hombre reconocido en el Reino Unido como comediante y pone en esta producción toda su capacidad para la ironía, pero también para la actuación.

´Mi reno de peluche´ ha cautivado a los usuarios de Netflix en el mundo por su especial historia, llena de creatividad y situaciones atípicas como protagonistas, de igual forma, el sarcasmo se encuentra a flor de piel en esta producción que se ha convertido en la quinta de habla inglesa más vista en la popular plataforma.

La originalidad de la historia se centra en el acoso que sufre el camarero Donny Dunn, quien trabaja en su tiempo libre como comediante, por parte de una clienta que confunde las cosas, pero la mujer que persigue al protagonista no resulta ser esbelta ni despampanante, situaciones que llevan a Donny a replantearse muchos aspectos de su vida y a luchar contra los traumas que carga desde tiempo atrás.

El reno de peluche que da nombre a la serie es un objeto real que acompañó al protagonista en una historia real, pues Richard Gadd escribió la serie basada en una experiencia que tuvo con una seguidora de uno de sus shows en el Reino Unido, quien lo acosó y persiguió durante un buen tiempo, y entre los regalos que le hizo estaba el particular muñeco.

El actor, que próximamente cumplirá 34 años, explicó que le resultó difícil realizar su personaje porque tuvo que revivir malos momentos del pasado, pero reconoce que al afrontarlos logró reconocer cada uno de ellos y sus respectivos detalles, significados y enseñanzas.

Mi reno de peluche es una opción diferente para el espectador latino, es la oportunidad para conocer narrativas de otras latitudes y no quedarnos con la idea fija de que la comedia es sinónimo de mandíbulas batientes.