Paraguayo Salvador Cabañas cambió las reglas para ser campeón de goleo

Copa Libertadores 2007 - Miércoles, 20 / Jun / 2007
 
Colombia.com
 (México) (EFE).- El paraguayo Salvador Cabañas alcanzó el título de goleo de la Copa Libertadores con el América mexicano con una estrategia sencilla, consistente en buscar el rendimiento para su equipo sin preocuparse por la gloria personal.

Aunque su club, Águilas del América, apenas llegó a los cuartos de final, para Cabañas fue suficiente y con 10 goles inscribió su nombre en la lista de los 18 jugadores que desde 1966 han convertido una decena de goles o más en un mismo torneo.

Su efectividad ha sido una de las mejores de la historia de la Copa, pero lo más llamativo fue su actitud, con énfasis en la actuación del equipo. "Colaborar con el club es lo importante", dijo después de anotar su último gol, ante el Colo Colo de Chile, en los octavos de final.

Cabañas, de 26 años, uno de los extranjeros más rentables de México en los últimos años, lleva 74 goles con Jaguares de Chiapas y América, pero nunca se ha considerado un 'salvador' como sugiere su nombre; más bien es un obrero del fútbol, hábil para aprovechar espacios para rematar con su letal golpe de pierna derecha.

De media cancha hacia adelante tiene instinto asesino con el balón en los pies, pero desentona cuando se quita los botines porque suele ser áspero con los medios y a veces grosero con la afición que insiste en pedirle autógrafos y fotos.

En el pasado torneo Clausura'07 un día ocupó los titulares de los diarios por burlarse con un gesto grosero de la hinchada que le pidió un autógrafo a la salida del entrenamiento, aunque con su destreza para anotar, suele pagar las "deudas" a la afición.

Durante la Libertadores que concluyó hoy, Cabañas se comportó como un jugador de los de antes, que salió a la cancha distraído de la fama y respondió con evasivas a quienes insistieron en el alcance de su proeza: "Estuve muy motivado, sólo salí a hacer en la cancha lo que sé", dijo el delantero.

La actuación de Cabañas este año es comparable con la de figuras como los brasileños Sergio Joao, mejor anotador de 1998 con el Bolívar boliviano, y Rodrigo Mendes, líder goleador de 2002 con el Gremio; los argentinos Raúl Castronovo y Luis Artime, máximos goleadores en 1971 con los uruguayos Peñarol y Nacional, respectivamente; así como el uruguayo Carlos Aguilera y el paraguayo Raúl Amarilla, artilleros en Peñarol y Olimpia en 1989.

Miembro de la selección paraguaya que jugará la Copa América, Cabañas asumió el torneo como los futbolistas de pueblo, ésos que no caen en la tentación de asumir la vida como algo que transcurre mientras uno piensa en dinero y fama.

Él no desprecia un buen contrato, pero sabe que éstos llegan si rinde bien y no al revés.

Quizás no estuvo entre los cinco jugadores de más historial en la Libertadores, pero 10 veces encontró la pelota en el lugar oportuno y, con una precisión de relojero, la envió a la red para ganar el título de goleo, una proeza materializada después de cumplir su objetivo principal, aportar a su club como un hijo de vecino más.

Por Gustavo Borges (EFE)
SÍGUENOS EN:
Google News