Miguel Calero alcanzó los 300 partidos de liga con Pachuca

Fútbol - Martes, 04 / Nov / 2008
 
Colombia.com
El sábado en la cancha del Estadio Azul, Miguel Calero llegó a 300 partidos jugados con el Pachuca y lo pudo celebrar con el triunfo ante la Maquina, apenas alcanzó esta cifra, pero quiere más.

"Estoy muy contento por haber llegado a mi partido 300, en gran parte por la constancia y la confianza que me han dado aquí en estos ocho años, espero seguir así y cumplir mi objetivo de jugar 450 o 500 partidos, pero en plenitud de facultades, yo sólo le pido a Dios que me dé salud para cumplir esa meta".

Al terminar la práctica en la Universidad del Futbol repasó en su mente los mejores momentos que ha vivido con los Tuzos y no le resultó sencillo quedarse con uno en particular.

"Hubo muchos partidos muy buenos, en especial las finales, sobre todo las que ganamos en el Volcán a los Tigres, el campeonato en el Hidalgo con América, en fin no quiero decir más porque todos han sido importantes".

Sin embargo, la tarde del 11 de agosto del 2002, Miguel Calero grabó su nombre en la historia del futbol mexicano y de paso experimentó una emoción inexplicable, marcó el gol del empate ante los Jaguares de Chiapas en tiempo de compensación.

"Es diferente, el gol para un delantero es normal, pero el gol de un portero es lo máximo, es un orgasmo futbolístico, ese día mi mamá estaba en el estadio, fue el gol del empate, me convertí en el primer portero del Pachuca en anotar en jugada en México, fue increíble".

"Mira, mira, que alegría, mira, mira que emoción, ya llegó Miguel Calero, llegó a Pachuca para ser Campeón”, con este cántico, la Ola Tuza recibe al Capitán de los Tuzos en todos los partidos. Y es cierto, desde el primer día hubo comunión con los aficionados, los llenó de satisfacciones, las mismas que recibe el "Gigante Cafetero" pues es un hombre querido en la Bella Airosa.

"Los títulos, los triunfos, las buenas atajadas de ocho años, están en mi mente pero indiscutiblemente el cariño de la gente, el afecto de mis compañeros y el reconocimiento de la prensa, los guardó en el corazón. Por eso trabajo duro todos los días, quiero convertirme en un histórico como Gabriel (Caballero) dejando un legado y ser un buen ejemplo para la juventud".

El portero colombiano también está consciente de sus errores y no tiene problemas en reconocerlos.

"En muchos partidos me he equivocado, me han metido goles muy tontos y me gustaría olvidarlos pero me ayudaron para seguir creciendo como deportista, eso sí, nunca he dejado de luchar, de pelear por mi equipo".

No todo en esta historia es alegrías, dentro y fuera de la cancha el portero ha sufrido. Hace un año una trombosis estuvo a punto de terminar con su carrera y pudo perder su brazo izquierdo, pero a Calero le dolió más la eliminación del Mundial de Clubes 2007.

"Cuando quedamos fuera del mundial en el primer partido, lo de la enfermedad no porque se puede curar, gracias a Dios estoy bien, pero la tristeza que sentí en Japón es una herida que todavía no se alcanza a cerrar, por fortuna en diciembre tendremos la oprtunidad de regresar y mostrar la verdadera cara del Pachuca".

Miguel Calero en ocho años a ganado prácticamente todo con los Tuzos, cuatro títulos de liga, una Copa Sudamericana y dos Copas de Campeones de la CONCACAF y una Superliga donde se dio el gusto de detenerle un penal a Landon Donovan. Todo esto lo vivió a su manera...

"No cambiaría nada, solo tengo gratitud para el futbol, a Pachuca por la oportunidad de jugar, de trabajar y crecer en estos 300 partidos, eso me hace muy feliz".

Con información de mediotiempo.com