Boca Juniors superó a Gremio 0-2 y se consagró campeón de América

Jueves, 21 / Jun / 2007
 
Colombia.com
Boca Juniors consiguió en la noche del miércoles en Brasil su sexta Copa Libertadores de América al vencer a Gremio por 2-0 en el Estadio Olímpico de Porto Alegre en un partido en el que mostró una vez más ese oficio que lo ha llevado a ganar tantas finales en los últimos años.

Juan Román Riquelme, el mejor jugador del torneo, marcó los goles del campeonato en el segundo tiempo de un partido parejo, en el que Gremio buscó hasta el inicio de la parte final, pero no supo como quebrar el arco defendido por Mauricio Caranta.

Unos 2.700 argentinos fueron testigos de esta nueva gesta del club de la Ribera, que en un torneo de discreto nivel, mostró ser el mejor, sacando a relucir su clase en los momentos críticos. Superó la etapa clasificatoria pese a enfrentar a tres rivales que hicieron de anfitriones en la altura, además de tener que jugar de local en canchas neutrales por arrastrar una suspensión de La Bombonera desde un par de años atrás.

Luego, a partir de los cuartos de final, hizo pesar su mística. Ganó los partidos claves, como el que jugó ante Libertad en Paraguay, dio vuelta una serie difícil ante el Cúcuta, y en la final aplastó a Gremio, un equipo que no había recibido goles como local hasta la fecha, pero que hoy se vio maniatado por el equipo de Miguel Angel russo. Gremio salió decidido a acortar diferencias desde el minuto inicial, pero no tuvo la claridad ni la profundidad necesaria para marcar ese gol que le diera tranquilidad en el primer cuarto de hora.

No funcionó Diego Souza en la medida que lo necesitaba su equipo y Carlos Eduardo, su hombre más peligroso, recibió poco juego y no pudo trascender en esos 45 minutos iniciales. Inteligente, Boca logró el objetivo de que el partido se jugara a su ritmo, con Riquelme teniendo la pelota y un importante despliegue de Pablo Ledesma. El juego se hizo cortado y los minutos fueron transcurriendo.

Igual, Gremio comenzó a arrimarse al arco de Mauricio Caranta, pero no generó demasiado riesgo ante una defensa que volvió a mostrarse bien parada en el centro, con otra gran actuación de Daniel Díaz. Boca jugaba lejos del área rival, hasta que Riquelme se dio cuenta que si aceleraba y aprovechaba los espacios que disponía Rodrigo Palacio podía generar peligro de tres cuartos de cancha hacia adelante. Así, a los 25 minutos estuvo cerca de desnivelar cuando Rodrigo Palacio, de zurda, exigió a Sebastián Saja, quien rechazó al corner el disparo del delantero.

Y si bien Gremio siguió manejando más la pelota en campo contrario, los contraataques xeneizes fueron cada vez más peligrosos.

Sobre los 37, en una réplica quedaron cuatro jugadores de Boca contra tres de Gremio, pero entre Neri Cardozo y Palacio no supieron resolver en el área local y la jugada murió en un saque de arco para el elenco tricolor.

La principal emoción para el público brasileño llegó a los 41, cuando Riquelme perdió la pelota en campo rival y Clemente Rodríguez falló en el despeje, permitiendo una veloz contra de Gremio que terminó con un violento remate de Diego Souza que hizo temblar el travesaño del arco de Caranta. El final del primer tiempo, sin goles, dejó a Boca a un paso de lograr la hazaña.

Gremio había quemado buena parte de sus cartuchos y aún tenía una diferencia de tres goles que remontar.

Boca volvió a pasar zozobras en el inicio de la segunda mitad cuando Rolando Schiavi, el mismo que le dio tantas satisfacciones al equipo de la Ribera, estrelló un cabezazo en el palo derecho de Caranta y el rebote le quedó servido a tres delanteros brasileños que no supieron resolver facilitando la atajada definitiva del guardavalla visitante. Fue la ùltima llegada neta del elenco brasileño.

Esa acción desperdidiciada derrumbó al Gremio y Boca volvió a aquietar el ritmo, tratando de que los minutos pasen mientras una defensa sólida aguantaba sin problemas los tibios arrestos del conjunto de Porto Alegre.

Parecía cosa juzgada. Y mucho más cuando volvió a entrar en escena Riquelme, quien recibió la pelota sobre el vértice derecho del área local y sacó un bombazo que se metió en el ángulo opuesto del arco de Saja. Partido liquidado.

Y la frutilla del postre la puso una vez más el gran Román, que antes de su despedida manejó un contragolpe letal, que culminó tras capturar un rebote en el arquero. Boca era dueño de América una vez más.
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