Futbolistas nacionales y extranjeros que gustan del buen juego y de la vida nocturna

Futbolistas que gustan de empinar el codo han existido desde el mismo momento de la creación del deporte más popular del mundo y aunque nos parezca extraño, quizás más de una vez pudimos ver a un hombre realizando una magnífica jugada o definiendo como los dioses bajo los efectos del alcohol.

Con motivo de los actos de indisciplina en el Junior de Barranquilla, en donde presuntamente algunos miembros de la plantilla profesional arribaron al entrenamiento después de una noche agitada de licor y fiesta, llegan a la memoria algunos futbolistas nacionales y extranjeros que gustaban del buen juego y los goles, pero también de la actividad nocturna.

Garrincha

Este brasilero que jugó un solo partido en el Junior de Barranquilla es considerado como uno de los más grandes regateadores de la historia del fútbol, era un verdadero dolor de cadera para sus marcadores por su inigualable habilidad, pero a pesar de sus gambetas, también realizaba fintas a la vida nocturna y gustaba de consumir licor en buenas cantidades.

Dayro Moreno

Uno de los goleadores más importantes de la historia del fútbol colombiano y todavía vigente, y al parecer, inoxidable, ha militado en diversos equipos del rentado nacional y del exterior como México y Argentina, y en algunos de ellos ha recibido llamados de atención porque la vida nocturna fue parte de sus pasiones tan fuertemente ligadas a sus inigualables dotes de romperredes.

George Best

El mejor jugador de fútbol de Irlanda del Norte en la historia y conocido como 'El quinto Beatle' fue también un bebedor empedernido, algo que él mismo reconocía. Este crack del Manchester United era un mujeriego empedernido y dejó varias frases memorables como: “En 1969 dejé las mujeres y la bebida. Fueron los peores 20 minutos de mi vida”.

Daniel Torres

El actual mediocampista del Medellín y quien se hiciera figura en Santa Fe confesó que bebía y llegaba ‘enguayabado’ a los entrenamientos, pero al ingresar a una comunidad cristiana abandonó el licor y se entregó a conocer y vivir la palabra de Dios. Actualmente es un hombre que con su buen ejemplo y disciplina es referente para las nuevas generaciones de futbolistas.

Adriano

El brasileño pudo llegar a ser uno de los más grandes cracks y si no lo hizo fue porque no quiso, pero quien fuera figura en el Inter de Milán confesó que muchas veces llegó con bastante licor en las venas a los entrenamientos, y muchos decían que, si así demostraba ser uno de los mejores, sobrio podría ser un verdadero iluminado.

Juan Pablo Pino

Un cartagenero deslumbró en el campeonato suramericano de Paraguay en 2007 y muchos se atrevieron sin miedo a asegurar que sería el nuevo gran número 10 de la selección Colombia, pero el dinero y la fama le jugaron una mala pasada y quien era una promesa se quedó en eso a pesar de una calidad que no abunda. Pino jugó en grandes equipos como el Mónaco y diversas ligas en donde las lesiones y la rumba marcaron su trasegar.

Los jugadores amantes del licor y la noche son tantos como las copas que van y vienen después de decir ‘la última y nos vamos’, algunos han logrado brillar a pesar de ello, mientras que otros han sucumbido y el guayabo ha quedado para los fanáticos que esperaban disfrutar con sus goles y jugadas.