¿Cada cuánto tiempo puedes y debes bañar a tu perro?

Uno de los cuestionamientos y debates más comunes es sobre la frecuencia ideal con la que se debe bañar un perro, teniendo en cuenta que por mucho tiempo han existido toda serie de mitos que afirman que esta actividad puede poner en riesgo la salud de la piel del animal. Sin embargo, esta teoría no ha sido comprobada, por lo que se entiende que es completamente falsa.

No obstante, si hay algunos factores que influyen en la frecuencia con la que bañas a tu peludito, pues hacerlo muy seguido puede hacer que comience a asimilar dicho momento de higiene como algo traumático y poco agradable, o simplemente puede ser algo inútil hacerlo cuando en realidad no está sucio.

¿Cada cuánto debes bañarlo?

El lapso de tiempo que dejes pasar entre baños dependerá en gran medida del tipo de pelaje que tenga tu mascota, pues hay unos que concentran mucho más la suciedad, por lo que siempre necesitarán que dicho periodo sea más corto. Aquí te revelamos la forma correcta de hacerlo:

• Perros de pelo largo: cada cuatro semanas.
• Perros de pelo mediano: entre cuatro y seis semanas.
• Perros de pelo corto: entre seis y ocho semanas.

En cualquiera de los casos debes tener en cuenta que se requieren otro tipo de cuidados entre baño y baño, como un cepillado frecuente para retirar nudos y partículas de suciedad. Además recuerda que los productos que utilices, como el champú o las colonias, deben ser especiales para perros.

¿Qué hacer si tu perro le tiene miedo a bañarse?

Si tu perro siente miedo cada vez que sabe que lo vas a bañar, no te preocupes, es algo más común de lo que crees; tienes que saber que obligarlo puede hacer que dicha experiencia sea algo traumático para él, lo cual no puede suceder, pues debe ser un momento de relajación. Te dejamos algunos trucos que puedes intentar para que se sienta mejor:

• Juega con él antes y durante el baño, lo importante es que comiences a demostrarle que no es algo malo, todo lo contrario, puede llegar a ser divertido.
• Crea un espacio seguro para evitar accidentes; si en algún momento se cae o no se siente estable, tendrá miedo a bañarse.

• Puede que le tenga miedo al secador y no al agua, por lo que debes tener precaución de no ponerlo muy cerca de él, teniendo en cuenta que el sonido puede resultarle aturdidor.
• No lo grites; debes comprender que es algo extraño para él y eso puede hacer que se sienta un poco temeroso e inquieto, no obstante, si lo gritas solo harás que tenga más miedo.
• Cuando termines la sesión de limpieza dale una galleta o cualquier otro alimento que le guste, como si se tratara de un premio; esto funciona como un refuerzo positivo.