Sacerdote rescata perros abandonados y los da en adopción durante las misas

Cada vez son más personas las que comprenden que las mascotas son un integrante más de las familias, con la misma importancia que los demás miembros, y es la razón por la que es común evidenciar todo tipo de instalaciones donde los dejan ingresar con sus peluditos; no obstante, esta misma oportunidad no la tienen los animales callejeros, los cuales aún deben soportar el desprecio y el rechazo por parte de la sociedad.

Por fortuna, son muchas las personas que han demostrado tener un gran corazón, quienes se preocupan diariamente por brindar ayuda y protección a estos seres; uno de ellos es João Paulo Araujo, un sacerdote de un pequeño municipio en el estado de Penambuco, en Brasil, quien aprovecha su profesión y el alcance que tiene su palabra, para encontrar un nuevo hogar a numerosos perros.

Precisamente, este hombre no solo se ha dedicado a rescatar animales que han sido abandonados o maltratados, sino que también se encarga de incentivar a las personas que lo siguen para que adopten a alguno de ellos, bien sea a través de sus redes sociales, o incluso durante las Eucaristías, las cuales lleva a cabo siendo el director de la capilla del Hospital São Sebastião, en Caruaru.

Y es que, tal como él mismo se ha encargado de hacerlo saber a sus feligreses, aunque desearía poder ayudar a muchos más perros y brindarles un hogar temporal, no es posible porque no cuenta con un refugio oficial, por lo cual depende de la disponibilidad en espacios temporales que ya cuentan con varios peluditos a su cargo; es por esta razón que siempre intenta encontrarles una familia pronto.

Con respecto a aquellos caninos que llegan en crueles condiciones físicas y con evidentes problemas de salud que necesitan atención, Araujo cuenta con el apoyo de especialistas de medicina veterinaria para velar por la salud de los perros, aunque en ocasiones carecen de recursos para los complejos tratamientos.

Pero esto no es todo, además de entregar a estas mascotas en adopción, luego de ser bañados, cuidados y desparasitados, también permite a las personas que asisten a sus misas que vayan con sus animales; aunque ha recibido numerosas críticas por ello, pues no a todos les agrada la presencia de estos seres, e incluso algunos se han atrevido a asegurar que su iglesia huele a perro, se mantiene en su decisión al considerar que el amor no tiene límites o clasificación.

De hecho, asegura que el afecto hacia los animales “es una escuela de amor y empatía universal”, lo que siempre recalca a quienes lo siguen, y que Jesús así lo querría pues cumplen un rol muy importante en su historia; “La presencia en masa hace que nuestro espacio sea más que especial. Siempre son bienvenidos porque fue entre los animales que Jesús eligió nacer. También recibe donaciones de alimentos y medicamentos.