El paro indefinido en Machu Picchu que obligó a evacuar a cientos de turistas

El paro indefinido en Machu Picchu que obligó a evacuar a cientos de turistas

Machu Picchu. Foto: AFP
Machu Picchu. Foto: AFP

El paro indefinido en Machu Picchu que obligó a evacuar a cientos de turistas

En medio de la majestuosidad de los Andes peruanos, Machu Picchu, la joya arqueológica considerada una de las siete maravillas del mundo moderno, se encuentra sumida en una controversia que ha desencadenado protestas y bloqueos en la región. El Gobierno peruano otorgó a la empresa privada Joinnus la comercialización de entradas al histórico sitio, desatando la indignación de operadores turísticos y residentes.

La situación ha alcanzado su cuarto día consecutivo de protestas, con cierres de negocios y bloqueos de accesos como formas de expresar el rechazo a lo que algunos consideran una "privatización sistemática" de la ciudadela inca. La ministra de Cultura, Leslie Urteaga, atribuyó la paralización a un pequeño grupo que busca lucrarse a través del mercado negro de boletos.

Las tensiones han afectado no solo a los negocios locales, sino también a los turistas que quedaron varados debido a la suspensión de las actividades de los trenes que conducen al parque arqueológico como medida de precaución. La evacuación de cientos de visitantes se ha vuelto necesaria, generando un impacto significativo en la industria turística, crucial para la economía peruana.

Los manifestantes exigen la anulación del contrato con Joinnus. Después de infructuosas negociaciones entre los ministros de Cultura y Comercio Exterior y Turismo, el alcalde de Machu Picchu y el gobernador regional Werner Salcedo, la huelga fue declarada "radicalizada" este domingo. Gran parte de las críticas se dirigen hacia la ministra Urteaga, a quien responsabilizan por permitir la comercialización de entradas a Joinnus.

Las pancartas de los manifestantes expresan su rechazo de manera contundente: "Ministra de Cultura, no alquiles Machu Picchu, alquila tu casa". También cuestionan la comisión del 3,9% por cada boleto vendido, según denunció el colectivo popular Machu Picchu en un comunicado.

La respuesta de Urteaga ha sido la negación de una privatización, afirmando que Machu Picchu pertenece a todas las peruanas y peruanos. Propuso una mesa de diálogo para encontrar una solución, pero descartó la posibilidad de rectificar la adjudicación a Joinnus.

Joinnus, por su parte, se mostró dispuesta a iniciar un nuevo proceso de selección si el Ministerio de Cultura lo considera necesario y renunció voluntariamente a percibir la comisión variable por entrada durante seis meses. Sin embargo, estas medidas no han calmado a los manifestantes, quienes aguardan el desenlace de la mesa de diálogo programada para el martes 30 de enero, con la esperanza de encontrar una solución que respete el patrimonio cultural y la participación pública en el acceso a Machu Picchu.