Los problemas sexuales que afectan a los colombianos

Ezequiel López se enamoró de la sexología recién terminó su pregrado de Psicólogía en la Universidad de La Plata (Argentina).

Alternaba sus consultas con un programa de televisión regional sobre sexo. Ahí descubrió que lo más valioso de su especialización era el contacto y la ayuda que podía ofrecerle a pacientes que realmente sentían que estaban desahuciados. 

“El paciente llega con mucho desconocimiento y una vez empieza terapia se vuelve sumamente agradecido con lo que les puedes ofrecer. El nivel de sufrimiento de una persona que padece un problema sexual es comparable con una enfermedad terminal”, afirma este argentino radicado en Colombia hace tres años.

Ezequiel, además de atender pacientes en su consultorio, es autor del libro El erotismo infinito y conductor del programa de Discovery home and health, Simplemente sexo. Hablamos con él sobre los problemas sexuales que afectan a los colombianos y los posibles tratamientos que pueden contribuir al mejoramiento de estas aflicciones.

Cuando un paciente me pregunta si lo voy a curar yo le digo que le garantizo que le voy a dar mi conocimiento y que las terapias sexuales son muy eficaces para combatir estos problemas. Todos los problemas tienen un protocolo, un tratamiento y hay varios muy efectivos, como el de eyaculación precoz y disfunción eréctil.

Para el hombre es más difícil reconocer el problema y plantear lo que le está pasando, por la cultura machista en la que vivimos. Para la mujer es más sencillo porque la mayoría van a un ginecólogo y muchas veces las herramienta médicas son suficientes para contrarrestar sus problemas. Además como tejen una relación de confianza con su ginecólogo es más fácil contar si problema. Ahora, la mayoría de la gente que presenta estos problemas no sabe a dónde ir, porque no somos tantos los que trabajamos en este campo y no estamos tan expuestos.

1. Eyaculacion precoz, es decir eyacular más rápido de lo que se desea. 8 de cada 10 hombres con este problema eyaculan antes del minuto de la penetración. 

El tratamiento que se le imparte a un hombre con este tipo de problema consiste en un cambio de hábitos, en unas técnicas de masturbación específicas, y en ejercicios para regular la excitación. El tratamiento puede llevar entre 8 y 12 semanas, alternando con ejercicios de relajación, para el coito, buscar posturas que los ayudan como la mujer arriba. La mitad de los pacientes necesitan además apoyo farmacológico.

2. Disfunción eréctil o impotencia. 15% de los hombres activos sexualmente padece este problema. Cuando se acercan a los 40 años aumenta la proporción. 

En hombres jóvenes también puede presentarse pero más por causas psicológicas que orgánicas. Se relaciona más con la ansiedad que tienen cuando van a tener una relación. Cuando llega el encuentro con alguien están tan preocupados que terminan inhibiéndola, a esto se le llama ansiedad por el rendimiento. Esto se manifiesta físicamente también con taquicardia, temblor, sudor.

Una condición normal para tener una erección es estar relajado física y mentalmente, esto no lo entienden muchos hombres.

Este tipo de problemas se trata con terapia de educación que sepan que no deben estar siempre al 100 % que no es el fin del mundo. Lo que experimenta el hombre es una gran humillación, se sienten menos hombres, algunos caen en depresión entonces se establecen unos ejercicios de relajación y estimulación para que el paciente aprenda a disfrutar de otras cosas y tenga mayor receptividad a otro tipo de estímulos.

El primero es la pérdida del deseo. Es importante anotar que las deseo en la mujer funciona diferente al hombre, en el caso del hombre es más espontáneo, responde a un estímulo interno. En el caso de la mujer a veces funciona así, pero en la mitad de las mujeres funciona como una consecuencia de algo. Los factores que pueden estimular a una mujer son: encuentro con la pareja, intimidad, sensación de que está cómoda… Muchas veces el hombre estimula muy rápidamente y no hay preparación del ambiente, no hay romance esto las afecta.

Existen unos repelentes sexuales que hay que evitar para que las mujeres no pierdan el deseo: que su pareja llegue a casa y quiera sexo de una, sin que haya un juego o una conversación. La culpa, el enojo, la angustia, los problemas en la pareja terminan desconectándola.

También el mal aliento, el mal olor, los estímulos sexuales no adecuados, el que es demasiado directo para estimular, el teléfono, los distractores tecnológicos.

El otro problema es la anorgasmia: las mujeres sienten que se demoran mucho para alcanzar el orgasmo. Del 20 al 22 % de las mujeres activas sexualmente se demoran mucho tiempo en alcanzar el orgasmo. Si la mujer llega por cualquier tipo de estímulo entonces no padece este problema. Muchas de estas mujeres no conocen su cuerpo, nunca se han masturbado y hay otras que tienen una educación represiva que no les permite liberarse, para llegar al orgasmo debe concentrarse en el estímulo y dejarse llevar.

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