Por: Karen Benavides • Colombia.com

Extraño caso clínico: mujer ha vivido 80 años con una aguja en su cerebro

Una mujer lleva 80 años con una aguja incrustada en su cerebro, aunque no ha tenido ningún síntoma. Los médicos se niegan a operarla y aquí te contamos las razones.

Mujer ha vivido 80 años con una aguja en su cerebro: esto dicen los médicos. Foto: Shutterstock
Mujer ha vivido 80 años con una aguja en su cerebro: esto dicen los médicos. Foto: Shutterstock

Una mujer lleva 80 años con una aguja incrustada en su cerebro, aunque no ha tenido ningún síntoma. Los médicos se niegan a operarla y aquí te contamos las razones.

Son numerosos los casos clínicos que constantemente salen a la luz, sobre personas que terminan teniendo en el interior de su cuerpo objetos extraños que ponen en riesgo el funcionamiento de algunos de sus órganos, o de su propia vida, probablemente por un error durante un procedimiento médico o por un accidente común.

Un reciente caso sobre esto fue dado a conocer por el Ministerio de Sanidad de la región de Sajalín, en Rusia, a través de la aplicación ‘Telegram’, donde se relató la peculiar historia de una mujer que lleva 80 años de su vida con una aguja incrustada en su cerebro; no obstante, contrario a lo que sucede con muchos de los pacientes, nunca ha presentado molestias por ello.

El objeto, de 3 centímetros de largo, habría estado alojado allí desde el momento de su nacimiento, posiblemente por un intento fallido de sus padres de acabar con su vida, en tiempos difíciles de guerra donde, probablemente, pasaban hambruna y momentos complicados por el orden público.

“Estos casos no eran infrecuentes durante los años de hambruna: se insertaba una fina aguja en la fontanela del bebé, lo que dañaba el cerebro. La fontanela se cerró rápidamente, ocultando las huellas del crimen, y el bebé murió”, dieron a conocer los profesionales.

Y es que, aunque la aguja logró penetrar el lóbulo parietal izquierdo de esta mujer cuando apenas era una niña, sus padres no cumplieron con su cometido, pues no logró acabar con su vida; por el contrario, quedó escondida allí hasta la actualidad, logrando que nunca volviera a sufrir por dolores de cabeza.

Precisamente, parece algo complicado de creer, teniendo en cuenta que pasaron 80 años y nunca descubrieron que la aguja estaba incrustada, hasta hace muy poco, gracias a una tomografía computarizada que le fue realizada; no obstante, para los expertos puede ser un poco más sencillo de comprender, pues difícilmente se detecta la presencia de un objeto de este tipo, si no provoca ningún tipo de síntoma o molestia.

Es por esta misma razón que, para sorpresa de mucho, los médicos tomaron la decisión de no someterla a una cirugía para retirar la aguja, teniendo en cuenta que en este momento la mujer no corre ningún peligro, y que un procedimiento de este tipo podría, por el contrario, empeorar su condición; no obstante, vale la pena mencionar que su salud, especialmente la de su cerebro, es constantemente monitoreada y controlada por el profesional tratante.