La economía latinoamericana tendrá los niveles del 2019 solo hasta el 2023

Aunque la situación por la pandemia en América Latina ha tenido y tiene tintes de gravedad, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha mejorado su pronóstico económico sobre los países de la región, fuertemente golpeados por la crisis ocasionada por el COVID-19.

El organismo había indicado en el mes de junio que la contracción del PIB, Producto interno Bruto sería de 9,4 por ciento, pero en septiembre revisó nuevamente y aseguró que este porcentaje sería del 8,2.

La situación de Colombia parece ser levemente mejor que el promedio de los países de América Latina porque se estima en un 7,8 por ciento, superado por países como Brasil, México, Chile y Perú, pero superando a países como Argentina, agobiada por una grave crisis económica y recesión desde hace dos años aproximadamente y que, con la pandemia, se acrecentó.

Venezuela sigue siendo el país con una situación complicada por la crisis de la pandemia, sumándole problemas a una economía colapsada y que no parece tener mejoría porque a junio se estimaba una contracción económica de 20 por ciento, pero a septiembre ya se encontraba estimada en 25 por ciento.

El análisis del Fondo Monetario Internacional ve a las economías emergentes de América Latina con una profunda recesión en algunos casos y en otros, con posibilidades de mejorar a mediano plazo el panorama, Brasil y México continúan, a pesar de la difícil situación de contagiados y personas fallecidas por COVID-19, en una posición económica cuya dinámica les brinda mejores perspectivas en la región.

El caso colombiano no dista mucho de otros países, pero la situación puede empeorar o mejorar de acuerdo con la dinámica que pueda presentarse en la reactivación económica, con la línea de crédito flexible contraída con el mismo FMI de 6.500 millones de dólares y también con las medidas de emergencia del gobierno a través del Ministerio de Hacienda y Crédito Público.

A pesar de los pronósticos, el panorama depende de la situación del COVID-19 porque mientras este se encuentre sin vacuna, la economía dependerá de él porque los países latinoamericanos son productores de materias primas para el mundo y el turismo constituye un renglón muy importante en los ingresos de ellos.

Son tres años en los que se espera que la economía latinoamericana, de manera gradual, muestre los niveles del 2019 y permita superar los efectos y coletazos de una crisis que nadie esperaba y que lógicamente no tenía preparación para afrontar, pero como todo depende del coronavirus, no se desea que este se prolongue porque otros no tan optimistas estiman en 5 los años necesarios de recuperación.