El drama detrás del papa Francisco: rumores de muerte, influencers y conspiraciones:

En medio de su tratamiento por una infección pulmonar en el hospital Gemelli de Roma, el papa Francisco se ha convertido en el foco de rumores y teorías conspirativas que corren como pólvora, especialmente en redes sociales y plataformas como Telegram. Aunque el Vaticano ha publicado actualizaciones constantes sobre su salud, incluyendo fotos recientes y audios del pontífice, la especulación sobre su supuesta muerte no se detiene.

El origen de muchas de estas teorías apunta a influencers polémicos y figuras mediáticas italianas, como Simone Basile, conocido como el "8.º Rey de Roma", quien ha realizado varias visitas al hospital asegurando que el papa no está ahí. A esto se suma el paparazzi Fabrizio Corona, quien afirmó sin pruebas que los audios del papa fueron generados con inteligencia artificial. Estos rumores se han visto amplificados por el análisis de la empresa Cyabra, que detectó que un tercio de las cuentas en redes sociales que difunden información sobre la salud del papa son falsas.

Mientras tanto, el Vaticano insiste en desmentir estas afirmaciones. Nicola Cerbino, portavoz del hospital Gemelli, destacó que el área donde está alojado Francisco es "inexpugnable". A pesar de ello, la desinformación sigue escalando. Incluso el cardenal Gianfranco Ravasi señaló que periodistas reputados han indagado sobre estas teorías sin fundamentos, calificando el ambiente como "tóxico".

Hasta el momento, el papa Francisco permanece bajo observación médica y ha mostrado señales de mejoría. Sin embargo, las preocupaciones sobre su salud se dan en un contexto sensible: Francisco, de 86 años, ha enfrentado varios problemas médicos en los últimos años, incluido un tratamiento por problemas de colon en 2021 y frecuentes dolores en la rodilla que le han limitado su movilidad.

Además, la Iglesia Católica enfrenta divisiones internas y desafíos ideológicos. La postura reformista de Francisco ha generado tensiones entre sus aliados y críticos, lo que algunos expertos consideran un terreno fértil para la proliferación de rumores y desinformación. No es la primera vez que un papa enfrenta este tipo de especulaciones; en décadas anteriores, teorías similares surgieron sobre Pablo VI y Juan Pablo II.