El Teniente Dan, la conmovedora historia del hombre que luchó contra el huracán Milton en su barco

El huracán Milton en Florida, Estados Unidos, ha causado conmoción en todo el mundo por las múltiples y conmovedoras historias de supervivencia de las personas, una de las más virales en redes sociales es la de Joseph Malinowski, conocido como el “Teniente Dan”. 

Un hombre de 60 años que a pesar de solo tener una pierna, decidió permanecer en su velero de 20 pies en vez de evacuar para no perderlo, aun teniendo que enfrentar el huracán Milton y las difíciles condiciones en las que muchos pensaron que perdería la vida. 

Pero esta no es la primera vez que este hombre se mide contra las fuerzas de la naturaleza, en redes sociales ha compartido sus experiencias con los ciclones Milton y Helene, desafiando incluso a las autoridades oficiales que le ordenaron evacuar. 

Tras el paso de Milton por Florida, que según las primeras cifras ha dejado 16 personas sin vida, según la cifra oficial, el periodista de NesNation, Brian Entin, informó en redes sociales que el “Teniente Dan” se encuentra bien luego del paso del huracán. 

El hombre ha compartido en varias entrevistas que vivió en las calles durante 10 años antes de encontrar un hogar en el mar. Ahora vive en Tampa, Florida, en este barco que le brinda refugio en los momentos más difíciles y estando en la calle sobrevivió a duras catástrofes, por lo que ya no les tiene miedo. 

Según medios estadounidenses, el velero de Joseph fue golpeado repetidamente contra una pared en el puerto. "Estaba siendo golpeado contra esta pared, así que salí y corté la cuerda de mi ancla para alejarme de ella", narró el mismo hombre. 

Aquel acto de desprenderse de su ancla, valorada en 250 dólares, fue un sacrificio necesario para evitar que su barco terminara destrozado contra la estructura. El ancla quedó en el fondo de la bahía, pero Joseph salvó su velero de daños mayores y durante horas soportó la fuerza de la tormenta, con su velero balanceándose de un lado a otro, golpeado por las olas, pero Joseph mantuvo la calma.