Por: David Ferrer • Colombia.com

Las embarcaciones entregadas a pescadores isleños por el gobierno de Iván Duque no resultan suficientes.

La Aunap entregó embarcaciones inadecuadas para el mar Caribe, dejando a pescadores afectados por el huracán Iota sin medios para trabajar.

Foto: Pexels
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La Aunap entregó embarcaciones inadecuadas para el mar Caribe, dejando a pescadores afectados por el huracán Iota sin medios para trabajar.

La Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (Aunap) está bajo fuego por la entrega de embarcaciones inadecuadas a pescadores del archipiélago de San Andrés y Providencia. Las críticas se centran en que las embarcaciones proporcionadas, diseñadas para agua dulce, no cuentan con las especificaciones necesarias para operar en mar abierto, haciendo que sean inoperables en las duras condiciones del Caribe colombiano.

El conflicto se desató después de un contrato de 1.407 millones de pesos entre la Aunap y la sociedad comisionista Comiagro, cuyo propósito era entregar botes y equipos de pesca a los pescadores afectados por el huracán Iota, que arrasó las islas en noviembre de 2020. Sin embargo, los barcos entregados no solo son inadecuados para el entorno marino, sino que muchos de ellos han quedado sin uso y están deteriorándose al aire libre.

El problema fue documentado en un informe de la Contraloría General de la Nación, que reveló fallas en la distribución y entrega de la ayuda por parte de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd).

Los informes señalaron deficiencias en la construcción de refugios y problemas graves en la gestión del contrato, incluyendo inconsistencias entre los registros y los bienes entregados. Las embarcaciones carecen de cavas, asientos adecuados y el grosor necesario para la navegación en mar abierto, según el informe.

Israel Livingston, de la Asociación de Pescadores Asopezboth, indicó que, tras recibir un bote de 22 pies, el mismo sigue sin usarse debido a su inaplicabilidad en alta mar. Además, se han denunciado irregularidades en la distribución de la ayuda, como el hecho de que muchas embarcaciones se entregaron a personas no vinculadas con la pesca, mientras que pescadores experimentados como Wellingford Steel no recibieron nada por no pertenecer a una asociación.

La Aunap ha respondido a las críticas indicando que las denuncias están siendo investigadas por las autoridades correspondientes. Además, John Jairo Restrepo, director técnico de Administración y Fomento de la Aunap hasta principios de junio, ha sido acusado de acoso laboral y contratación de familiares, sumando más controversia al manejo del proyecto.