Por: Juan Carlos García Sierra • Colombia.com

La fotografía icónica de la niña de Napalm en la Guerra de Vietnam cumple 50 años

Una fotografía en la que una niña huye de un bombardeo de Napalm a su aldea durante la Guerra de Vietnam y que se convirtió en símbolo de la crueldad e inutilidad de la violencia cumple medio siglo.

Kim Phuc tenía 9 años cuando el 8 de junio de 1972 fue fotografiada por un reportero de la AP. Foto: Youtube
Kim Phuc tenía 9 años cuando el 8 de junio de 1972 fue fotografiada por un reportero de la AP. Foto: Youtube

Una fotografía en la que una niña huye de un bombardeo de Napalm a su aldea durante la Guerra de Vietnam y que se convirtió en símbolo de la crueldad e inutilidad de la violencia cumple medio siglo.

Las fotografías han servido para documentar la guerra, pero no solo las operaciones o formaciones militares, sino que han logrado captar el horror de una de las expresiones máximas de la degradación humana.

La larga Guerra de Vietnam, uno de los más cruentos conflictos bélicos del siglo XX y que aún perdura en la mente de la humanidad, también ha sido documentada en libros, series de televisión y películas, y en ellos, el dolor y la absoluta maldad del ser humano se confunde con la impotencia y el sufrimiento.

Nick Ut, reportero gráfico de la agencia AP enviado especialmente para cubrir el conflicto entre el Ejército de los Estados Unidos y el de las guerrillas comunistas de Vietnam, un país asiático con un pasado colonial francés, logró obturar el momento justo que se convirtió en símbolo de la inutilidad y crueldad de la guerra.

Durante esta larga pugna en el continente asiático, los Estados Unidos probaron diferentes armas, las imágenes de helicópteros Bell UH-1 con su forma y sonido inconfundibles son las más recurrentes del conflicto, pero el uso de armas químicas marcó el desarrollo de una confrontación, que, aunque el gran coloso del norte de América se empeñe en negar, resultó siendo el gran perdedor, aunque en una guerra siempre pierden los inocentes.

El Napalm o gasolina gelatinosa fue una de las ‘innovaciones’ armamentísticas en la Guerra de Vietnam y fue usada por el Ejército de los Estados Unidos para quemar extensas áreas del país asiático, acción tristemente emulada después por grupos armados alrededor del mundo. El Napalm no solo perjudicó a los componentes de los rebeldes comunistas, sino que también acabó con la vida de campesinos de todas las edades debido a que los campos eran bombardeados sin discriminación alguna.

“La niña del Napalm” pasó a la historia como el símbolo más conocido de la Guerra de Vietnam en forma de fotografía, en ella una niña de 9 años huye desesperada y completamente desnuda buscando ayuda y refugio después de que su aldea fuera bombardeada con Napalm, el mismo fuego del infierno como arma en contra de los débiles y desprotegidos.

“No hay guerra justa, toda guerra es un error, consiste en matar gente, hacer sufrir a la gente. Se me rompe el corazón solo de pensar en todos los que murieron a mi lado, y ahora que se repita eso en Ucrania”, manifestó Kim Phuc, protagonista del icónico documento gráfico a la agencia EFE.

Kim Phuc fue fotografiada por Nick Ut el 8 de junio de 1972 para eternizarse, pero no como un personaje de la farándula, sino como una permanente señal de que la guerra es la peor expresión de la maldad humana que siempre debe evitarse. Por esta postal del terror de la violencia sin sentido, el fotógrafo estadounidense obtuvo el prestigioso premio Pulitzer.

Kim Phuc resultó gravemente quemada por la lluvia infernal de Napalm y fue sometida a 17 intervenciones quirúrgicas, luego, cuando ella estudiaba en la Universidad, el gobierno comunista de Vietnam la usó como arma propagandística en contra de los Estados Unidos.

La joven, que ahora es casi sexagenaria y símbolo de la Guerra de Vietnam, desertó en Canadá cuando el vuelo en el que viajaba hacía una escala técnica en un trayecto entre Moscú y La Habana, en la isla conoció a un compatriota con el que se casó y actualmente son abuelos.

Phuc ha dedicado los últimos 30 años a intentar sanar las heridas que han dejado distintas guerras en niños y adultos a lo largo del mundo, a través de la Fundación Internacional Kim Phuc.