Manifestantes chilenos queman iglesias en medio de violentas protestas

Con quema de iglesias y protestas, manifestantes conmemoraron el primer aniversario del llamado “estallido social” en Chile que, aunque inicialmente tuvo protestas pacíficas, con el pasar del día atravesó difíciles episodios como la quema de dos templos religiosos.

La Policía chilena, más conocida como los Carabineros, informó que unas 25.000 personas se reunieron para protestar en un gran grupo compuesto por jóvenes e incluso adultos mayores en lo que ellos denominaron la conmemoración de un año de las manifestaciones que estremecieron al país austral en la que inicialmente se protestó por el aumento en las tarifas de los pasajes del metro de Santiago y que se extendió para manifestarse en contra de la desigualdad social y para pedir por una reforma en los sistemas de salud, educativo y pensional.

Un centro neurálgico de Santiago, la capital chilena y conocido cono Plaza Dignidad fue el escenario escogido por los manifestantes que, con pancartas, en medio de arengas y en un ambiente festivo, recordaron las movilizaciones que se extendieron desde hace un año hasta el mes de marzo del 2020, que no pudieron echar para atrás las autoridades, pero sí el coronavirus.

Lo que en las horas de la mañana era una congregación multitudinaria pero pacífica, cambió su tono a enfrentamientos entre las barras bravas del fútbol y también escaramuzas en contra de los carabineros que respondieron repeliendo los ataques y arrestando a los protestantes.

Los actos vandálicos no se hicieron esperar en contra del mobiliario urbano de la ciudad y también se registraron saqueos a diferentes establecimientos comerciales, pero el hecho que causó mayor indignación tuvo que ver con el incendio provocado en dos iglesias de la capital chilena.

La iglesia de San Francisco de Borja, conocida por ser la iglesia consagrada a los Carabineros de Chile fue atacada con piedras e incendiada y se logró la captura de varios responsables de los hechos, entre ellos el de un Sargento de la Armada.

Horas más tarde una de las iglesias más antiguas del centro de Santiago, la de la Asunción, fue quemada y su cúpula colapsó en medio de las llamas y dejando el patrimonio religioso y cultural de Chile en el suelo, hecho que condenaron y lamentaron tanto autoridades eclesiásticas, civiles y policiales.

Las protestas producidas el domingo, arrojaron un saldo de 18 agentes de policía heridos y un número indeterminado de protestantes capturados y lesionados, el ministro del Interior calificó el hecho de quemar iglesias como expresión de la brutalidad.