Pedro Castillo disuelve el Congreso de Perú e instaura un Gobierno de emergencia

El presidente de Perú, Pedro Castillo, decretó disolver temporalmente el Congreso e instaurar un Gobierno de emergencia nacional, horas antes de que el Parlamento debatiera una moción de vacancia en su contra que podría haberlo apartado de su cargo.

"Se dictan las siguientes medidas: Disolver temporalmente el Congreso de la República e instaurar un Gobierno de emergencia excepcional", dijo Castillo en un mensaje que no fue previamente anunciado por su equipo de comunicaciones o en sus redes sociales.

De igual manera, Castillo convocó "en el más breve plazo a elecciones para un nuevo Congreso con facultades constituyentes para elaborar una nueva Constitución en un plazo no mayor de 9 meses" y ordenó un toque de queda a nivel nacional a partir de este miércoles desde las 10:00 p.m. hasta las 4:00 a.m. del jueves. 

En su intervención, el presidente de Perú también solicitó a "todos los que poseen armamento ilegal deberán entregarlo a la Policía Nacional en el plazo de 72 horas" y aseguró que, quien no lo haga, está cometiendo un delito sancionado con pena privativa de la libertad. 

También dictó que la Policía Nacional, "con auxilio de las Fuerzas Armadas, dedicarán los esfuerzos al combate de delincuencia, corrupción y narcotráfico, a cuyo efecto se les dotará de los recursos necesarios".

Finalmente, Castillo hizo un llamado a todas las instituciones de la sociedad civil, rondas campesinas "y todos los sectores sociales" a que salgan a defender estas medidas y afirmó que comunicará estas decisiones a la Organización de Estados Americanos (OEA).

Por su parte, los congresistas de diferentes bancadas han denunciado que el presidente Pedro Castillo dio un golpe de Estado al anunciar la disolución del Parlamento y demás medidas que afectan la democracia en el país andino.

"Esta decisión configura un golpe de Estado y se aleja de todos los marcos constitucionales", declaró Ruth Luque, legisladora de izquierda, cuya agrupación ha apoyado habitualmente la permanencia de Castillo en el poder.

El congresista José Cueto, del partido ultraconservador Renovación Popular y excomandante de las Fuerzas Armadas, afirmó que, "por supuesto que es un golpe de Estado", y que las Fuerzas Armadas "respaldan al Congreso".

"Castillo estaba temblando, sabía que iba a ser vacado (destituido) y se ha adelantado. Espero que las Fuerzas Armadas se pronuncien en contra del golpe de Estado, no puede él cerrar el Congreso", enfatizó Cueto, quien rechazó la situación.

La fujimorista Martha Moyano coincidió en que se trata de un golpe de Estado y aunque pidió guardar "la calma", dijo que se debe "alzar la voz, decir las cosas como son".

Primeras renuncias

Ante los anuncios del presidente Castillo, el representante de Perú ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Harold Forsyth, renunció a su cargo. "No puedo por razones morales y profesionales tener ninguna vinculación con un régimen que funciona en base a decretos", dijo el funcionario en una reunión del Consejo Permanente de la OEA en Washington.

El embajador peruano ante la ONU, Manuel Rodríguez Cuadros, presentó su "renuncia irrevocable" ante lo que llamó "el golpe de Estado producido en Perú". En su cuenta de Twitter, el diplomático publicó su carta de dimisión enviada a su superior, el canciller César Landa. 

"Esta situación -en Perú- infringe la constitución del Estado y las obligaciones internacionales del país contenidas en la Carta Democrática Interamericana", se lee en la misiva.