Rusia y China serán la preocupación permanente de la OTAN por los próximos años

La cumbre de países miembros de la OTAN, Organización del Tratado del Atlántico Norte, reunida en la ciudad de Madrid, capital española, ha considerado que Rusia es una ‘amenaza directa’, mientras que a China la ha declarado como un ‘serio desafío’.

Los líderes de la OTAN han declarado que no solo mantendrán, sino que aumentarán al apoyo a Ucrania, nación invadida por la Federación de Rusia desde el 24 de febrero de 2022, este apoyo será de carácter militar, pero también económico.

En la cumbre se ha discutido que el mundo se ha involucrado en una competencia estratégica en la que existen múltiples amenazas, una de ellas son los ciberataques al cambio climático.

Luego de superar las objeciones de Turquía para el ingreso de Finlandia y Suecia al tratado militar y de defensa colectiva firmado en 1949, la organización transatlántica cuenta con 1.300 kilómetros adicionales de vigilancia de frontera rusa, pues este estado limita con la Federación de Rusia y con los estados escandinavos de Noruega y Suecia.

Al presidente Vladimir Putin no le agradó que su nación fuese considerada como una amenaza directa y advirtió que crearán las mismas amenazas de donde emanan las amenazas hacia su país.

Joe Biden, presidente de los Estados Unidos anunció que aumentará el número de efectivos en los países de la OTAN y que creará una base permanente en Polonia, país vecino de Rusia y ubicado en posición estratégica frente a Ucrania.

Por su parte, China acusó a la OTAN de querer “atacar y ensuciar maliciosamente a su país”, después de que la organización militar anunciara que China tiene ambiciones declaradas y políticas coercitivas.

Aunque se han abordado varios temas, el principal ha sido el de Ucrania, y el secretario general de la OTAN, Jens Stolterberg, ha manifestado que la intervención militar rusa en Ucrania “ha motivado la mayor defensa de nuestra defensa colectiva desde el fin de la Segunda Guerra Mundial”.

Los países asistentes acordaron destinar la última jornada de la cumbre para abordar el asunto de la inmigración a Europa por personas provenientes de la región africana del Sahel y de Medio Oriente, una problemática toda vez más preocupante y que tiene en las mafias del tráfico de personas a los verdaderos ganadores enriqueciéndose con la desgracia de hombres, mujeres y niños.

El pasado fin de semana se registró una violenta represión por parte de la policía marroquí en Melilla, enclave español en el norte de África, cuando decenas de hombres armados con palos y machetes quisieron tomarse la valla de Melilla, y el resultado fue la muerte de 37 personas.

Las autoridades españolas se encuentran realizando una investigación de los hechos, mientras que el Papa Francisco lamentó profundamente el hecho.