Dilma Rousseff, ¿blanco de una farsa?

Tras no comparecer a la última sesión de investigación del Senado por sus “presuntos delitos” de maquillar cuentas públicas en 2014, la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, optó por presentar sus descargos a través de una carta de 32 páginas, que fue leída por su abogado, José Eduardo Cardozo, ante el Congreso. 

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En la misiva, Rousseff inició defendiéndose de las acusaciones, apelando a los 54 millones de votos que logró en 2014. En la misma, aseguró ser blanco de "una farsa" y se describió como "una mujer honesta, una funcionaria pública dedicada y una luchadora por las causas justas".

"En ningún país democrático el mandato de un presidente fue interrumpido por actos rutinarios de gestión presupuestaria. Brasil amenaza con ser el primer país en hacerlo", dijo.

Además, hizo un repaso por su vida política, en la que evocó su participación en los grupos de resistencia a la dictadura militar que gobernó entre 1964 y 1985, asegurando que siempre ha luchado por la democracia y la justicia de su país. 
Una vez más, rechazó el proceso de destitución que la hizo apartarse del poder por 180 días, el pasado 12 de mayo, para dar inicio al juicio político que hoy enfrenta. 

Cabe recordar que el proceso contra la presidenta inició en mayo de 2015, cuando el movimiento Brasil, presentó una solicitud de juicio político contra la mandataria por presunta violación de las normas fiscales al jefe de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, quien tiempo después fue acusado de recibir supuestos sobornos por parte de la estatal Petrobras. Desde ese momento, el Tribunal de Cuentas de la Unión realizó una revisión de cuentas del Gobierno, que concluyó que sí se había incurrido en el denominado “pedaleo fiscal”.

De la misma manera, el 4 de marzo de 2016, el expresidente Luis Inácio Lula da Silva es llevado a declarar ante la policía por su presunta cercanía con el caso Petrobras.

Por ahora se conoce que la sesión definitiva para recuperar o perder su cargo se dará a finales del mes de agosto ante el presidente del Tribunal Supremo. Mientras tanto el portavoz del Comité Organizador los Juegos Olímpicos Río 2016, Mauro Andrada, ha confirmado la asistencia de Rousseff a la ceremonia de inauguración. 

"Dilma tendrá que ubicarse junto a los expresidentes brasileños aunque estamos totalmente conscientes de que ella no es, técnicamente, una expresidenta" precisó Andrada. 
 

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