La misteriosa escuela de exorcismo en Argentina

El sacerdote asegura que ha expulsado demonios en más de 1.200 personas en solo 15 años de oficio.

 

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El sacerdote asegura que ha expulsado demonios en más de 1.200 personas en solo 15 años de oficio.

 

Manuel Acuña, con el crucifijo, el agua bendita, las oraciones y la mirada fija en el poseído, expulsa demonios a todo aquel que llega a su modesta parroquia en Santos Lugares, ubicada en la periferia de Buenos Aires, en Argentina.

"Dios me ha puesto en este camino, yo no elegí ser exorcista. Ser exorcista es un llamado, el llamado de dios a trabajar en la infantería entre los suyos", asegura a AFP.

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Acuña, de 54 años, no solo ofrece misas de sanación contra hechizos, sino que enseña a sus feligreses a exorcizar por 700 pesos mensuales, para obtener en tres años un título de Consultor Exorcistíco, tras cursar la carrera de Parasicología, Angelología y Demonología.

El padre Manuel, como lo llaman sus seguidores, inició su oficio como exorcista en 2001 y desde ese momento ha realizado otros 1.200. Durante el ritual contra hechizos y maleficios se escuchan "manifestaciones diabólicas" con gritos y desmayos. De hecho, cuenta el obispo, una 'mujer escupió sangre, porque hubo un pacto con sangre animal".

El sacerdote, que pertenece a la Asociación de Iglesias Evangélicas Luteranas Independientes, considera que el exorcismo es una práctica que se puede aprender por personas comunes, como amas de casa, abogados, escritores.

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Sin embargo, hay quienes consideran que el exorcismo no es algo que se aprende, no obstante, el sacerdote y sus 35 alumnos continúan practicando la expulsión de demonios, además de aprender filosofía, psicología y antropología para interpretar los fenómenos paranormales.

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