Exdictador Hosni Mubarak está "clínicamente muerto"

"El estado de salud de Mubarak entró en una fase grave", había anunciado la agencia oficial de Egipto más temprano al confirmar que su "corazón se detuvo y recibió cuidados médicos con un desfibrilador".

También fue víctima de un ataque cerebral como consecuencia de una "degradación del estado de salud", informó la televisión pública.

Los médicos de la cárcel de Tora, donde cumplía su condena por el asesinato de 850 manifestantes durante las protestas de la Primavera Árabe, trataron durante dos horas de eliminar un coágulo cerebral, sin conseguirlo.

Los dos galenos, que supervisaban su tratamiento en el Centro Médico Internacional -donde estuvo ingresado antes de entrar en la cárcel-, le suministraron anticoagulantes contra la trombosis. Pero al no obtener una respuesta, fue trasladado de urgencia a ese sanatorio de la capital egipcia, El Cairo, donde ingresó clinicamente muerto.

Fuentes de seguridad dieron cuenta que también sufría una depresión aguda, dificultades respiratorias e hipertensión.

Días atrás, se supo que el ex gobernante corría riesgo de sufrir una embolia por el deterioro de su salud. Además, trascendió que en ocasiones se negaba a comer y que creía que existía un complot para asesinarlo dentro de la prisión.

Su familia había pedido que fuera trasladado a un hospital para que quede detenido allí, como sucedió antes de su condena.

Con medios.