Egipcios buscan apoyo del Ejército a su revuelta popular
Los ciudadanos están a la espera de noticias, tanto de las nuevas caras del nuevo Gobierno, como de la reacción del Ejército.

Sigue la ola de saqueos y protestas en Egipto. Foto: EFE

Sigue la ola de saqueos y protestas en Egipto. Foto: EFE

Sigue la ola de saqueos y protestas en Egipto. Foto: EFE

Sigue la ola de saqueos y protestas en Egipto. Foto: EFE

Sigue la ola de saqueos y protestas en Egipto. Foto: EFE

Sigue la ola de saqueos y protestas en Egipto. Foto: EFE

Sigue la ola de saqueos y protestas en Egipto. Foto: EFE
Los ciudadanos están a la espera de noticias, tanto de las nuevas caras del nuevo Gobierno, como de la reacción del Ejército.
Miles de egipcios se mantienen este lunes en el centro de El Cairo para exigir la renuncia del régimen del presidente Hosni Mubarak, en el séptimo día de manifestaciones contra el mandatario, en el poder desde 1981.
Los ciudadanos están a la espera de noticias, tanto de las nuevas caras del nuevo Gobierno -que una vez conocidas les han dejado impasibles-, como de la reacción del Ejército.
"El ejército tiene que hablar, decir si apoya o no a Mubarak", se quejaban Tarek Shalaby, uno de los opositores que pasó la noche acampado en la plaza Tahrir, símbolo de las protestas de los últimos días.
Durante las horas nocturnas, según el relato del joven, hubo "ambiente festivo", gente que tocó música y hasta quien hizo pequeñas obras de teatro sobre la nueva Constitución.
Fueron miles los egipcios que pasaron la noche en la plaza, sin respetar el toque de queda decretado el pasado viernes, y a estos manifestantes se une cada vez más gente según avanza la jornada.
Lo único que fue causa de mucha tensión anoche fue el rumor de que el Ejército se disponía a entrar con tanques en la plaza. Los manifestantes hicieron entonces una especie de muro humano para tratar de frenarles, por si las habladurías se hacían realidad.
Este lunes, el toque de queda se ordenó a las tres de la tarde, dos horas antes de lo normal. No obstante, las personas apostadas en la plaza no se han marchado y se preparan para la masiva manifestación del martes.
La plaza sigue custodiada exclusivamente por las tropas del Ejército, a pesar de que la policía ha empezado a desplegarse por la ciudad para controlar el tráfico y el orden. Algunos de ellos ya han ocupado sus lugares, como por ejemplo en las sedes de algunos medios de comunicación.
Los militares se mantienen apartados del centro de la plaza y sólo están desplegados en los accesos a la misma, al contrario que en días anteriores, cuando las tanquetas circulaban por en medio de Tahrir (Liberación, en árabe), según comprobó Efe.
Las calles de acceso al lugar están cortadas por tanques y vallas, y los soldados revisan los bolsos y, en algunos casos, solicitan el documento de identidad a la gente que se acerca a la plaza.
No se ve rastro, en esta zona, de la policía egipcia, que regresó este lunes tras dos días ausente a las calles para asumir la defensa de la seguridad pública, que se ha visto deteriorada con actos de pillaje y debido a la fuga de numerosos presos.
Sin embargo, la plaza Tahrir está sólo bajo el control del Ejército para evitar disturbios, ya que la tensión entre la policía y la población es evidente después de los fuertes enfrentamientos que se saldaron con decenas de víctimas.
Eso precisamente es lo que asegura que pasará uno de los manifestantes si el Ejército opta por tratar de imponer una dictadura militar.
"Todo en el sistema es ilegal. El Parlamento es ilegal", coreaban los manifestantes en la plaza Tahrir, donde se podían leer también pancartas con eslóganes contra el presidente: "30 años de Mubarak en el poder y la situación va a peor".
Algunos también piden que se juzgue a Mubarak y recuerdan a las decenas de personas fallecidas en esta revuelta popular sin precedentes, inspirada en las protestas que en Túnez derrocaron el pasado 14 de enero al entonces presidente Ben Alí. EFE
Los ciudadanos están a la espera de noticias, tanto de las nuevas caras del nuevo Gobierno -que una vez conocidas les han dejado impasibles-, como de la reacción del Ejército.
"El ejército tiene que hablar, decir si apoya o no a Mubarak", se quejaban Tarek Shalaby, uno de los opositores que pasó la noche acampado en la plaza Tahrir, símbolo de las protestas de los últimos días.
Durante las horas nocturnas, según el relato del joven, hubo "ambiente festivo", gente que tocó música y hasta quien hizo pequeñas obras de teatro sobre la nueva Constitución.
Fueron miles los egipcios que pasaron la noche en la plaza, sin respetar el toque de queda decretado el pasado viernes, y a estos manifestantes se une cada vez más gente según avanza la jornada.
Lo único que fue causa de mucha tensión anoche fue el rumor de que el Ejército se disponía a entrar con tanques en la plaza. Los manifestantes hicieron entonces una especie de muro humano para tratar de frenarles, por si las habladurías se hacían realidad.
Este lunes, el toque de queda se ordenó a las tres de la tarde, dos horas antes de lo normal. No obstante, las personas apostadas en la plaza no se han marchado y se preparan para la masiva manifestación del martes.
Los opositores están tratando de recoger 20.000 firmas con la intención de entregárselas al Ejército. En el texto propuesto se exige la salida de Mubarak de la presidencia, que se forme un gobierno de unidad nacional y que se redacte una nueva Constitución.
La plaza sigue custodiada exclusivamente por las tropas del Ejército, a pesar de que la policía ha empezado a desplegarse por la ciudad para controlar el tráfico y el orden. Algunos de ellos ya han ocupado sus lugares, como por ejemplo en las sedes de algunos medios de comunicación.
Los militares se mantienen apartados del centro de la plaza y sólo están desplegados en los accesos a la misma, al contrario que en días anteriores, cuando las tanquetas circulaban por en medio de Tahrir (Liberación, en árabe), según comprobó Efe.
Las calles de acceso al lugar están cortadas por tanques y vallas, y los soldados revisan los bolsos y, en algunos casos, solicitan el documento de identidad a la gente que se acerca a la plaza.
No se ve rastro, en esta zona, de la policía egipcia, que regresó este lunes tras dos días ausente a las calles para asumir la defensa de la seguridad pública, que se ha visto deteriorada con actos de pillaje y debido a la fuga de numerosos presos.
Sin embargo, la plaza Tahrir está sólo bajo el control del Ejército para evitar disturbios, ya que la tensión entre la policía y la población es evidente después de los fuertes enfrentamientos que se saldaron con decenas de víctimas.
Eso precisamente es lo que asegura que pasará uno de los manifestantes si el Ejército opta por tratar de imponer una dictadura militar.
Las protestas que sacuden Egipto desde hace una semana comenzaron pidiendo reformas políticas pero ahora exigen la salida de Mubarak y el fin del régimen actual.
"Todo en el sistema es ilegal. El Parlamento es ilegal", coreaban los manifestantes en la plaza Tahrir, donde se podían leer también pancartas con eslóganes contra el presidente: "30 años de Mubarak en el poder y la situación va a peor".
Algunos también piden que se juzgue a Mubarak y recuerdan a las decenas de personas fallecidas en esta revuelta popular sin precedentes, inspirada en las protestas que en Túnez derrocaron el pasado 14 de enero al entonces presidente Ben Alí. EFE
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