Así es la Iglesia Católica a la que se enfrenta el nuevo papa

En 1910, eran 291 millones, en 2010, son 1100 millones los fieles.

El nuevo Papa que los cardenales se aprestan a elegir guiará una Iglesia que en el último siglo ha experimentado el más impetuoso crecimiento numérico de su historia, y a la vez, una fortísima transformación en su dislocación geográfica. Con los Estados Unidos en el foco del viraje decisivo.

Hace un siglo vivía en Europa y en Norteamérica el 70% de los católicos. Hoy vive apenas el 32%, menos de un tercio del total.

Más de dos tercios de los católicos vive entonces hoy en América Latina, África, Asia y Oceanía. En América Latina pasaron a ser, en un siglo, de 70 millones a 425 millones. En Asia y Oceanía, de 14 millones a 131 millones.

También se ha revolucionado la clasificación de los países con el mayor número de católicos.
Entre los países de Europa y de Norteamérica, solamente los Estados Unidos registraron en el último siglo un aumento neto porcentual de católicos en el total de la población. Era el 14% en 1910, hoy es el 24 por ciento. En cifras absolutas, con 75 millones de católicos, los Estados Unidos está hoy a la par con Filipinas, en el tercer puesto de la clasificación general.

En varios países con larga tradición cristiana, incluidos los de alta clasificación, los católicos no coinciden más con la casi totalidad de la población, como acontecía hace un siglo. Por ejemplo, en 1910 los católicos eran en Brasil el 95% de la población, hoy son el 65 por ciento. Esta disminución se ha verificado, sobre todo, en las últimas décadas.

También en los Estados Unidos, donde el tránsito de una religión a otra es muy frecuente, los católicos han sufrido en el último siglo una erosión: los que han abandonado la Iglesia resultan ser más numerosos que los que han ingresado en ella.

Pero en compensación, un gran número de inmigrantes en los Estados Unidos, especialmente de América Latina, han logrado aumentar la presencia general de los católicos. Los "latinos" son hoy casi un tercio de los católicos de los Estados Unidos, y la mitad de ellos tiene menos de 40 años.

Los Estados Unidos son, en definitiva, un centro focal de la nueva dislocación de los católicos en el mundo.

Los cardenales que este martes ingresarán al cónclave son conscientes de ello. En el nuevo siglo –si no ya desde ahora– un papa "americano" no será más una sorpresa.


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