Por: Juan Carlos García Sierra • Colombia.com

Día de la raza: Si no nos respetan, respetémonos nosotros

Conocido como el Día de la Raza, cada 12 de octubre Colombia celebra y conmemora la diversidad cultural. Una fecha que se desarrolla en toda Hispanoamérica. 

Nuestra raza latinoamericana es mestiza, negra e indígena. Foto: Shutterstock
Nuestra raza latinoamericana es mestiza, negra e indígena. Foto: Shutterstock

Conocido como el Día de la Raza, cada 12 de octubre Colombia celebra y conmemora la diversidad cultural. Una fecha que se desarrolla en toda Hispanoamérica. 

DÍA DE LA RAZA

“No hay nada que festejar

Juventud de América no debemos festejar

Colonia imperialista teñida de sangre

Sangre nativa, sangre de la tierra

Donde el indio nació y no pudo conservar

Donde el indio murió y creció sueños de libertad”

V Centenario, Fabulosos Cadillacs

Indio bruto, negro ladrón, ¿cuántas veces estos improperios se reproducen a diario en la geografía latinoamericana?, ¿cuántas veces los pronunciamos o los recibimos nosotros mismos?

La educación nos impuso a la fuerza la celebración del 12 de octubre como el día de la raza, la gran pregunta es, ¿cuál raza debe festejar?, ¿la blanca que no aparece sino en la inmensa minoría o todas las que componen nuestros grupos humanos pero nos negamos a reconocer?

Debemos darle un vuelco a esta aparente celebración y convertirla en un proyecto de inicio inmediato, nuestra raza latinoamericana es mestiza, negra e indígena, somos una mezcla que compone una sola; orgullosa, trabajadora, alegre y optimista.

Si el mundo desarrollado nos considera como humanos de segunda categoría, somos nosotros mismos quienes debemos construir nuestro amor propio, un orgullo que nos lleve a reconocer que somos un continente diverso, conformado por diversas razas que a pesar de algunas diferencias, siempre se deben respetar y dejar atrás su marginamiento.

Dejémonos de tonterías y reconozcamos que somos racistas con nosotros mismos, si somos mestizos nos consideramos blancos, si somos indígenas negamos nuestro origen y si somos negros no soportamos a los “blancos”. ¿Por qué vivimos inventando abolengos y árboles genealógicos cuando sabemos perfectamente que no tenemos raíces sino pies?

La solución a nuestros problemas comienza con nosotros mismos, cuando logremos reconocer las diferencias y que cada grupo merece respeto y atención integral, ese día comenzaremos a progresar. Debemos exigir a nuestros gobernantes atención total a cada grupo étnico en nuestros territorios y cuando llegue la época de elecciones solicitar a los candidatos informes sobre los planes trazados para las poblaciones diversas y estricto seguimiento.

Ni los mestizos son flojos, ni los negros ladrones ni los indígenas tramposos, esas son patrañas de quienes siempre han querido ver divididas a nuestras naciones para sacar provecho y así se evidencia 5 siglos después de la infortunada llegada de las naves conquistadoras a nuestras tierras.

Llegó la hora de celebrar el día de la raza cada día del año con acciones de tolerancia, aceptación y respeto, si no nos respetamos nosotros el mundo jamás nos respetará.

¡Somos una sola raza, la raza latinoamericana!