Colombia se encuentra entre los 40 países más corruptos del mundo según Transparencia Internacional

Transparencia Internacional, una organización no gubernamental que promueve medidas contra la corrupción, que tiene sede en la ciudad alemana de Berlín y presencia en más de 70 países, publicó su listado sobre la percepción de corrupción en 180 países y nuestro país no se encuentra bien librado, aunque para sorpresa de muchos, Colombia no encabeza la lista.

La pandemia por la COVID-19 es el elemento que ha puesto a prueba las diferentes democracias del mundo, pues en ella se ha fortalecido el trabajo de las organizaciones, pero también ha puesto en evidencia diferentes casos de corrupción en el mundo.

Los países africanos que se encuentran punteando las clasificaciones son Sudán y Somalia, según la clasificación de Transparencia Internacional otros países de dicho continente como Guinea Ecuatorial, El Congo y Chad se encuentran también en los primeros lugares, en Asia se destaca a Camboya por su alto grado de corrupción y en América Latina, Venezuela tiene desde hace años graves fisuras en las libertades, en las que las ejecuciones extrajudiciales y abuso de poder por parte de organismos del estado atentan contra la democracia.

En el continente americano, Haití presenta por décadas una población muy empobrecida, en gran parte debido a la gran corrupción presente en su territorio y que ha pesar de las denuncias parece no detenerse.

El organismo considera que en Colombia se presenta una preocupante concentración del poder en las manos del poder ejecutivo y el año pasado ya se había pronunciado sobre este mismo asunto señalando que el aumento de poder de la rama ejecutiva y la proximidad del gobierno con miembros del Congreso resultaba preocupante. La nación ocupa la posición número 39 entra 180 en el mundo.

De acuerdo con Transparencia Internacional, en el país se han realizado acciones cuestionables que afectan la libertad de expresión y la libertad ciudadana.

En el contexto europeo Ucrania y Bosnia Herzegovina son considerados entre los más corruptos del viejo continente, mientras que, en Asia, Siria, que padece una guerra de 10 años, ha reelegido a su presidente en unos comicios señalados como amañados.