Por: Redacción Actualidad • Colombia.com

El Llano, una vía sin vía libre

La Vía al Llano no solo es una de esas obras inconclusas en Colombia sino que reflejan ese sentir y vivir nuestro de tener una explicación acertada para todo y en todo momento

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La Vía al Llano no solo es una de esas obras inconclusas en Colombia sino que reflejan ese sentir y vivir nuestro de tener una explicación acertada para todo y en todo momento

Colombia es el único país del mundo en el que no se puede tener una vía carreteable decente, si no pasa una cosa pasa otra y nunca existe normalidad en su cotidianidad, o quizás lo normal es que existan permanentes cierres, derrumbes y justificaciones por doquier.

La geografía nacional es única; es maravillosa, exuberante y fértil como regalo de Dios pero intrincada y agreste como maldición demoniaca, entonces viene a la mente Hidroituango como una pesadilla y uno sabe que no se trata de corrupción o de cosas hechas a la carrera sino de una geografía que no perdona que se revienten sus montañas a punta de dinamita y que no se resigna en plena época digital a que el progreso deje de forjarse a lomo de mula.

Cuando uno ve que no hay vía libre para la vía se cuestiona inevitablemente a la ingeniería nacional y se discute también si el verdadero ingenio colombiano está destinado para la trampa y el chanchullo (Término hermosamente nacional que ha sido remplazado por el rioplatense y poco sonoro “coima”). 

Pero hay un asunto que asalta toda la atención, y digo asalta porque solo con tinte delincuencial se puede tener la frescura o total desparpajo para dar una explicación al derrumbe que dejó por enésima vez obstruida una vía que con túneles asombrosos parece no tener luz al final de ellos.

La señora Ministra de Transporte dice que la vía se taponó porque las montañas que la rodean, o cuando menos en el punto del derrumbe, son históricamente susceptibles en invierno porque ellas tienden a evacuar y represar las aguas justo, léase bien, justo en el mismo sitio en donde se presentó el taponamiento.

Sin pretender ser prospectos de la Nasa, cualquiera de nosotros que no gozamos de los títulos de nuestros alcaldes y ministros nos preguntamos ¿por qué entonces sabiendo que allí y justamente allí se tapona la vía, no se busco otro tramo para dar prolongación a la misma?

La respuesta es que toda la zona presenta ese problema, entonces de arranque ya hay una maldición y es imposible que la vía presente eternos problemas, ¿por qué en países con geografía similar como China sí se hacen vías casi a diario?, no chino, es que China es China y Colombia es Colombia, no se le puede pedir peras al arbusto de café.

Entonces ya saben qué dijo la lora pero como no hay mal que por bien no venga, el derrumbe ha generado una incursión por otra zona de nuestra geografía y obliga a conocer algunos municipios de los hermosos departamentos de Boyacá y Casanare, solo nombrados los 7 de agosto de cada año, en una travesía eterna y doblemente costosa por una carretera que solo los optimistas le llaman así y que pone al descubierto la infamia con que los gobiernos de siempre han tenido con la comunicación terrestre nacional.

Visite el Llano porque el Llano es muy lindo pero si quiere llegar hasta él, pídale a Maluma, J Balvin o Silvestre Dangond que lo lleven en sus aviones privados.