A la cárcel presunto responsable del feminicidio de una patrullera de la Policía

El pasado viernes, 22 de diciembre, se dio a conocer un nuevo caso de feminicidio, en el que una uniformada de la Policía Metropolitana de Bogotá, fue víctima de su ex pareja, también un uniformado de la institución, cuando tras una discusión, el hombre habría agredido en múltiples oportunidades a la mujer con un objeto cortopunzante, causándole la muerte. 

Tras realizarse una exhaustiva investigación, las autoridades lograron dar con el paradero del policía Carlos Eduardo Celine Padilla, quien es señalado del feminicidio de la patrullera Paula Andrea Celis. Se dio a conocer que este jueves, por petición de la Fiscalía, el hombre fue privado de la libertad en un establecimiento carcelario.

Según se logró establecer, una vez cometido el crimen, el hombre habría huido lugar con sus pertenecías. El presunto feminicida respondía los mensajes de texto que la familia de la mujer le enviaba, esto como una manera de distraer la atención de las personas interesadas en conocer sobre la suerte de la patrullera.

En videos de las cámaras de seguridad del conjunto quedó registrado el momento en el que el patrullero llega a su vivienda, sobre la 1:10 a.m. del 22 de diciembre, y, según relatos de testigos, inicia una discusión al interior de esta. Los vecinos le habrían pedido detener la pelea por los altos gritos que se escuchaban.

En las imágenes también se ve que hacía las 10:20 de la mañana del siguiente día, Carlos Eduardo Celine sale en compañía de su hijo, un menor de edad de 1 año. El patrullero tomó rumbo a la calle 134 con autopista Norte, según la investigación, para dejar al pequeño con su exnovia, a quien le pidió el favor de cuidarlo con la excusa de que su mamá iba a llegar de Cartagena.

El material probatorio da cuenta que las agresiones físicas y sicológicas por parte del hombre se habrían venido presentando desde tiempo atrás. Además, se dio a conocer que debido a la violencia intrafamiliar de la que estaba siendo víctima, la patrullera había pedido un traslado que ya había sido aprobado y firmado, pero nunca se lo notificaron.

Por estos hechos una fiscal de la Unidad de Vida de la Seccional Bogotá, imputó al capturado el delito de feminicidio agravado, cargo que fue rechazado.