Por: Redacción Actualidad • Colombia.com

Las objeciones presentadas por Duque podrían romper la confianza en la JEP

La legalidad de los procedimientos y sanciones de la JEP, podrían encontrarse en duda debido a las objeciones presentadas por el Presidente Iván Duque.

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En entredicho se encontraría la JEP. Foto: AFP
En entredicho se encontraría la JEP. Foto: AFP

La legalidad de los procedimientos y sanciones de la JEP, podrían encontrarse en duda debido a las objeciones presentadas por el Presidente Iván Duque.

Así lo manifestó el magistrado de la JEP Roberto Vidal, en un conversatorio organizado por la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional donde se buscaba traer a colación los aciertos y los desafíos que tiene la JEP.

“Lo que pasa es que, en términos jurídicos, la JEP no es una norma sino un complejo sistema de normas interconectadas que incluye unas reformas constitucionales diseñadas para que la JEP pudiera, en la eventualidad de que todo se complicara, funcionar con las normas constitucionales”, explicó el magistrado Vidal. 

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Esto se consiguió gracias a las detalladas previsiones que sobre la JEP se consignaron en los Acuerdos y por normas como las de amnistía y las de procedimiento, en las que se establecieron los parámetros con los que funciona esta jurisdicción, además de su integración al bloque constitucional.

Pese a esto, la actividad de la JEP sí se beneficiaría considerablemente con la aprobación de la Ley Estatutaria creada para regular el sistema de justicia transicional, producto del Acuerdo de Paz. 

“Lo que nos facilita el marco de la Ley Estatutaria son asuntos como el presupuesto de la JEP, mientras que cosas que preocupan mucho a los comparecientes es que allí están fijadas las estructuras de las sanciones de la JEP y sus alcances”, manifestó el magistrado. 

Esto, más que impedir la operación de la JEP, crea suspicacia y desconfianza en aquellos que están depositando sus procesos en esta jurisdicción. “Un problema muy serio es el de la legalidad de la pena, de las sanciones y de los procedimientos”, señala. 

Por eso, en su opinión, aunque con el conjunto de normas existentes se pueda seguir operando y el tema de la Ley Estatutaria en concreto jurídicamente no cause grandes impedimentos, políticamente, en términos de credibilidad de los que comparecen a la JEP y las víctimas, sí se le hace una mella muy grande. 

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Pero no se trata de un hecho sin precedentes: “colegas que venían de la experiencia de la Corte Constitucional del 92 manifiestan que no fue muy distinta. Esta entidad judicial funciona casi cuatro años sin ley estatutaria porque también le armaron un debate en su creación cuando era un tribunal joven”, recordó el magistrado Vidal. 

Al borde de nuevo conocimiento

“Cualquier académico que se precie de serlo sabe que no hay nada nuevo bajo el sol, todo tiene un aparato que se debe revisar y por eso uno siempre arranca armando estados del arte. Pero nosotros siempre estamos en la JEP moviéndonos en ese estado del arte”, aseguró el magistrado ante los asistentes del evento.

A un año de su puesta en marcha, la JEP es un campo de exploración y experimentación en el que, a pesar de los referentes internacionales que puedan existir, es algo que no se ha intentado y no se sabe cómo va a salir.