'Miércoles de Ceniza': ¿De dónde nace y qué significa?

Este 6 de marzo se está celebrando uno de los momentos más importantes del credo católico, tanto en Colombia como en el resto de Latinoamérica: el Miércoles de Ceniza. Con este día se da un inicio formal a la Cuaresma, y empieza a correr la cuenta regresiva para el inicio de la Semana Santa. Los creyentes más fieles se dirigen hasta la Iglesia con el fin de “imponerse la ceniza”, lo cual no es otra cosa que permitir que el cura dibuje una cruz en la frente, con las cenizas resultantes de la quema de las palmas usadas el ‘Domingo de Ramos’ del año anterior.

¿De dónde viene esta tradición?

El portal Aleteia explica que este rito está basado en la biblia católica, la cual explica en el libro de Judit que esta mujer “entró en su oratorio y, vestida con el cilicio, cubrió de cenizas su cabeza y, postrándose delante de Dios, oró” (Judit 9:1). Con base en este texto, de acuerdo con la Agencia Católica de Informaciones (ACI Prensa), Roma instauró el ‘Miércoles de Ceniza’.

Así, en un acto de reconciliación con la Iglesia, los ‘penitentes’ (pecadores notorios) eran salpicados con cenizas y desterrados de la Iglesia hasta el Jueves Santo. El abandono duraba cuarenta días, en honor al número de jornadas que, según la Biblia, duró el ayuno de Jesús en el desierto.

Sin embargo, “cuando estas prácticas cayeron en desuso (del siglo VIII al X), el inicio de la temporada penitencial de la Cuaresma fue simbolizada colocando ceniza en las cabezas de toda la congregación”, explica ACI Prensa.

“Una Cruz formada con la ceniza y el agua bendita, permiten ese signo de victoria, ese signo de perdón, ese signo de reconciliación y vida que es la cruz sobre nuestras frentes”, expresó el Monseñor Darío de Jesús Monsalve Mejía, de Cali.

La tradición hoy

Después de más de doce siglos, la tradición aún se mantiene, aunque con algunas variaciones. Por ejemplo, a comparación de la Iglesia Primitiva, hoy en día cualquier feligrés puede hacer parte de este sacramental. No hay distinción de pecados para poder participar. De acuerdo con el catolicismo, en esta ocasión recordará lo efímero de la vida, pues, como dice el cura: "Polvo eres y en polvo te convertirás". 

Asimismo, para pagar la penitencia ya no es necesario alejarse del templo, sino cumplir con un ayuno el día en que se aplica la ceniza, así como el no consumo de carne en toda la jornada.

De esta forma, el Miércoles de Ceniza aún representa un momento de renovación, sanación y arrepentimiento, y da inicio al reconocimiento y recuerdo de la ‘Pasión’ sufrida por Jesucristo y que culminó con su muerte en la cruz.