Por: Alejandro Poveda • Colombia.com

El ojo morado y otros momentos curiosos en la vida de Gabriel García Marquez

La vida del Nobel de Literatura atravesó diversos momentos curiosos en los que además estuvieron presentes otros personajes históricos.

Actualización
Gabo contó varias anécdotas en 'Vivir para Contarla'. Foto: Twitter
Gabo contó varias anécdotas en 'Vivir para Contarla'. Foto: Twitter

La vida del Nobel de Literatura atravesó diversos momentos curiosos en los que además estuvieron presentes otros personajes históricos.

Gabriel García Márquez es de lejos uno de los más grandes escritores en la historia de la literatura colombiana. Sus obras, desde la crónica hasta la novela, han marcado a toda una nueva generación de literatos que han encontrado en el realismo mágico una forma de interpretar lo que sucede en la convulsionada Colombia.

En vida atravesó por diversos momentos que quedaron plasmados en las diversas entrevistas en las que participó, en algunos de sus libros y especialmente en ‘Vivir para contarla’ el texto autobiográfico en el que quiso dejar a sus seguidores sus más íntimos sentimientos.

Como hombre político y polémico, aún hoy genera cierto recelo en quienes no comparten su ideología ni su ‘grupo de amigos’. Algunos colombianos no perdonan su exilio en México ni su ‘desarraigo’ de su tierra natal. Sin embargo, como buen contador de historias, Gabo atestiguó momentos clave en la historia del país antes y después de lograr la fama de los que poco o nada se ha hablado.

Gabo, El Bogotazo y un misterioso hombre

Aunque nació en Aracataca, desde muy joven fue enviado a diversas ciudades para adelantar sus primeros estudios. En 1948, mientras residía en Bogotá y adelantaba sus estudios de Derecho en la Universidad Nacional, tuvo que atestiguar uno de los momentos más difíciles de la historia del país: El Bogotazo.

En una entrevista reveló que pudo atestiguar la furia de los liberales que pedían a viva voz la sangre de Juan Roa, responsable de arrebatar la vida al Caudillo Jorge Eliecer Gaitán. Allí vio a un hombre muy bien vestido que atizaba los ánimos de la turba vengadora, como quien quiere desaparecer un cabo suelto, y quien tan pronto vio cometido su propósito desapareció en un vehículo ‘demasiado nuevo’. ¿Quizá el autor intelectual del crimen?

Gabo y su amistad con Camilo Torres

Camilo Torres, conocido también como ‘El cura guerrillero’, fue uno de los personajes históricos que se cruzó por la vida del Nobel de Literatura. En 1947 se conocieron en Bogotá mientras adelantaban sus estudios de Derecho en la Universidad Nacional, poco antes de que Camilo se decidiera por la vida sacerdotal y su posterior incursión en el ELN.

La decisión de Camilo Torres fue toda una sorpresa para García Márquez, quien nunca vio en el joven ninguna pasión política o eclesiástica. Como sello de aquella corta amistad quedó un ejemplar de 'La breve historia del mundo', de H.G Wells, que Torres le regaló de despedida a Gabo antes de partir para el seminario.

En el siguiente vídeo, después del minuto 34:50 el Nobel relata más a detalle esta amistad.

Gabriel García Marquez, Mario Vargas Llosa y un ojo amoratado

Quizá una de las amistades más famosas en el mundo de la literatura Latinoaméricana fue la de Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa. Sin embargo, más que su camaradería, lo que se recuerda es un episodio ocurrido 1976 en el que Vargas Llosa le pegó un golpe en la cara al escritor colombiano por un motivo que aún se desconoce con certeza.

Son muchas las teorías que buscan explicar el motivo de la agresión. Una intromisión inapropiada de García Márquez en el matrimonio del peruano, un ‘intento de seducción’ del colombiano a la esposa de Vargas Llosa, e incluso una discusión por asuntos políticos, son solo algunas de las versiones.

Sin embargo, ninguno de los dos quiso nunca revelar las verdaderas causas del enfrentamiento que dio un fin rotundo a su amistad.

'Cien años de Soledad' y México

Aunque su obra cumbre está inspirada en Colombia, México fue el lugar en el que Gabriel García Márquez escribió la historia completa de la prole de los Buendia. En el año y medio que le llevó escribirla, 'Gabo' se impuso una estricta jornada de escritura en un apartado cuarto de la casa en la que vivía junto a su esposa y sus dos hijos.

En aquel tiempo fue Mercedes Barcha, su conyuge, quien se responsabilizó de las obligaciones de la casa, lo que los llevó a empeñar varias de sus pertenencias, quedar casi en quiebra y no tener ni siquiera para enviar completo el borrador de 'Cien Años de Soledad' a la editorial Suramericana de Buenos Aires, la única que quiso apoyar a la novela en su primera publicación.

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