Huracán Julia: obras de reparación en San Andrés se harán con la comunidad isleña

Tras el paso del huracán Julia por San Andrés, el presidente Gustavo Petro presentó el balance preliminar que dejó el fenómeno natural. Destacó que se registraron dos personas heridas, dos viviendas destruidas y 101 averiadas. 

Sin embargo, el jefe de Estado dejó en claro que está fallando el proceso de educación de la población en la isla para que tenga ella misma la capacidad de seguir los protocolos antes de que suceda el huracán, por lo cual anunció un conjunto de acciones urgentes. 

Frente a la inminencia de nuevos huracanes en el archipiélago, Petro informó la contratación directa con la comunidad para la reparación de los techos afectados. “Me gustaría una búsqueda de mecanismos propios de la isla para tener los techos más resistentes posible”, afirmó.

“No todos los techos, como usted observa, se hacen de la misma manera. Hay unos que indudablemente no han resistido para nada un huracán de nivel 1 y hay otros que sí. Entonces esta arquitectura propia de la isla hay que incrementarla, porque es la más resistente”, dijo. 

Asimismo, el mandatario se refirió a la puesta en marcha del proceso de “contratación directa para la edificación de viviendas, para el mejoramiento del plan de arborización, que falla, y para, ojalá, la construcción de un alcantarillado resistente”. 

Con respecto a la falta de capacitación para la gestión de estas emergencias, el presidente anunció la ejecución de un plan de educación pedagógica para lograr el uso intensivo de albergues y reiteró que en la isla se registra “una falta de resiliencia”. 

Para Petro, este tema que “tiene que ver con todas las regiones de Colombia, que van a sufrir una y otra crisis que se origina de la catástrofe climática”. “La resiliencia tiene que ser un concepto de capacidad institucional y capacidad social, que hay que adquirir en cada territorio de Colombia, de acuerdo a las vulnerabilidades que tenga cada territorio”, sostuvo.

En el caso del paso del huracán Julia por San Andrés, informó que el uso de albergues llegó a un nivel de 90 personas, la mayoría de habitantes de calle, de modo que los refugios no fueron usados por la población que realmente estuvo en peligro. 

Frente a esto, subrayó que la utilización de albergues tiene que ser más intensiva por toda la población, precisamente para, en caso de fenómenos naturales más fuertes, disminuir el número de heridos y muertos.