Sacerdote sin tapabocas protagoniza bochornoso acto en supermercado

Un sacerdote protagonizó un bochornoso hecho de intolerancia en el interior de un almacén cuando al ser recriminado por no llevar puesto el tapabocas, la emprendió a manotazos contra una mujer que grababa las acciones con su teléfono celular.

Sucedió en la población de Choachí en el departamento de Cundinamarca, muy cerca de Bogotá, cuando un sacerdote de la población, vestido con sotana negra al mejor estilo de la moda clerical de antaño, ingresó a un popular supermercado del municipio y lo hizo sin portar el barbijo o tapabocas, cuando una mujer le reclamó por no llevarlo, el presbítero arremetió contra ella intentando tapar la pantalla de su celular y también quitárselo.

Sobre las 11 de la mañana del viernes 25 de diciembre se presentó el incidente y la mujer atacada solo atinó a decir que “No se acerque, cómo se le ocurre a este tipo. Este señor es un agresor”, segundos después el sacerdote logró tirarle el teléfono al piso.

Pero el incidente con la mujer que lo grababa no fue el único que protagonizó el sacerdote, el clérigo de tercera edad lanzó una patada a un joven que lo increpó y al mejor estilo de un combate de boxeo se puso en guardia queriendo irse a los puños. Llama la atención que el sacerdote ingresó al lugar sin que se le exigiera por parte de los trabajadores el uso del tapabocas.

Causa indignación que en plena crisis de la pandemia del Covid-19 y cuando las cifras de contagios crecen enormemente, existan personas que de manera irresponsable no acatan las medidas de bioseguridad; pero el hecho que aumenta la controversia tiene que ver con que el protagonista de los reprochables sucesos fue un sacerdote, personas que deberían, como todos los ciudadanos, dar muestras de civismo y pacifismo.

El sacerdote, según se pudo establecer, no tiene a cargo alguna de las iglesias de la población de Choachí y cuando las autoridades lo buscaron en su casa no se encontraba, sin embargo, el alcalde la población, Carlos Alberdi Velásquez, aseguró que el sacerdote fue sancionado con $936.000, cifra establecida por la ley para todos aquellos que infrinjan la obligatoriedad de portar tapabocas en la calle y espacios públicos y establecimientos comerciales.

La mujer que fue víctima de la agresión afirmó que no denunciará al sacerdote, la Policía Nacional le impartió el respectivo comparendo por omitir el uso del tapabocas y por los actos de intolerancia dentro del establecimiento comercial perteneciente a una popular cadena de tiendas.

Estos hechos preocupan, especialmente en momentos en los que debemos protegernos del Covid-19, el país aún no inicia jornadas de vacunación contra este virus, que se ha cobrado cerca de 42.000 vidas en el país y que en Cundinamarca aumenta el número de contagiados.