Por: Redacción Actualidad • Colombia.com

Seguimiento de casos y rastreo de contactos, claves para salvar vidas, según el MinSalud

Julián Fernández, director de Epidemiología y Demografía, explicó el caso de Colombia en el contexto del COVID-19.

Entre los esquemas se seguimiento fueron simulados tres escenarios. Foto: Shutterstock
Entre los esquemas se seguimiento fueron simulados tres escenarios. Foto: Shutterstock

Julián Fernández, director de Epidemiología y Demografía, explicó el caso de Colombia en el contexto del COVID-19.

El estudio “La costo-efectividad del programa de prueba, rastreo y aislamiento de COVID-19 en Colombia”, realizado por el Ministerio de Salud, con el acompañamiento de la Escuela de Salud Pública de Johns Hopkins y la Universidad Javeriana, permitió concluir que la implementación de un sistema de rastreo de contactos por COVID-19 permitió salvar vidas y ahorrar costos al sistema de salud.

Julián Fernández Niño, director de Epidemiología y Demografía del Ministerio de Salud y Protección Social, explicó que se evaluaron los diversos componentes del programa Pruebas, Rastreo, Aislamiento Selectivo y Sostenible (PRASS) y, entre los principales hallazgos clave del estudio, se identificó que el programa podría prevenir 84.730 muertes, lo que se traduciría en un ahorro de 2.123 millones de pesos por los posibles años de vida productivos que se pudieran perder por estos decesos.

Asimismo, Fernández Niño indicó que en esta investigación se estimó la costoefectividad de una estrategia integral de rastreo -como PRAS-, frente a un escenario de comparación sin ninguna intervención en un horizonte de un año, el análisis incluyó tanto la perspectiva del sistema de salud, como otra desde los costos para la sociedad.

“Incluimos los costos del programa de intervención, el uso de los servicios de salud, las pruebas de diagnóstico PCR, la pérdida de productividad y los costos del programa social del Gobierno”, continuó explicando el director, quien destacó que se empleó el número de muertes y años de vida ajustados por calidad, como resultados de salud.

Asimismo, precisó que en comparación con el escenario de no haber realizado ningún tipo de intervención, la estrategia de rastreo logra reducir la mortalidad por COVID-19 en un 67 % y, por otra parte, el programa ahorra un promedio de $1.045 y $850 por caso cuando se observa desde la perspectiva social y del sistema de salud.

“La detección de los casos y el seguimiento temprano de las personas infectadas por COVID-19 se asocian estrechamente con mejores tasas de supervivencia a la enfermedad provocadas por el virus”, manifestó Fernández Niño.