Sistema Chingaza supera el 60 % y Bogotá se aleja de un nuevo racionamiento, dice Carlos Fernando Galán

En un anuncio sorpresivo y alentador, el alcalde Carlos Fernando Galán confirmó que Bogotá ha superado un umbral clave en la recuperación de sus reservas hídricas, lo que aleja por completo el fantasma del racionamiento de agua para 2026.

“¡Buenas noticias! Este fin de semana, el sistema Chingaza llegó al 60 por ciento de su capacidad. Bogotá está viva”, escribió el mandatario en su cuenta de X, acompañado por una fotografía enviada desde la base militar de Golillas, en zona de Chuza.

Así están los embalses de Bogotá

El mensaje del alcalde llegó después de que la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) reportara que el Sistema Chingaza (conformado por los embalses de Chuza y San Rafael) alcanzó un nivel agregado de 61,01 % al corte del 2 de junio. Esta cifra es superior al promedio histórico para esta época del año y muy por encima del nivel registrado en 2023, cuando no hubo racionamiento.

La gerente de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, Natasha Avendaño, confirmó que ambos embalses están “en 60 por ciento” y calificó el comportamiento de las lluvias como “una buena noticia”. Según la funcionaria, las precipitaciones en mayo estuvieron un 41,3 % por encima del histórico, alcanzando un 141,3 %.

“Ya estamos entrando (a junio y julio) con un nivel bastante alto, lo cual nos da tranquilidad porque en esta temporada de lluvias deberían, diariamente, subir más esos niveles de almacenamiento y nos da tranquilidad de que, para cuando lleguemos a marzo de 2026, vamos a tener suficiente agua”, afirmó.

Además de las lluvias, la optimización de la planta Tibitoc ha sido clave. Esta instalación, que capta agua del río Bogotá, ahora puede tratar hasta 10,5 m³/s, según Avendaño. “Tibitoc salvó a Bogotá de un racionamiento más drástico”, explicó, recordando que al inicio de la emergencia trataba solo 3,5 m³/s.

El consumo también ha sido determinante. La EAAB reportó un consumo promedio de 17,3 m³/s en mayo, un metro cúbico menos de lo proyectado, a pesar del crecimiento poblacional. “Lo que quiere decir que todos los usuarios, incluidos los nuevos, están consumiendo menos agua”, destacó la gerente, quien llamó a mantener el esfuerzo.

Así, Bogotá no solo deja atrás el racionamiento que duró un año (entre abril de 2024 y abril de 2025) sino que, según los pronósticos, se perfila hacia un abastecimiento más estable, gracias al ahorro ciudadano, la mejora en infraestructura y las lluvias generosas.