Por: Redacción Actualidad • Colombia.com

Un médico se fue a vivir a un hospital para poder atender a todos sus pacientes

Andrés Rojas es el médico jefe de la Unidad de Cuidados Intensivo del hospital de Tumaco, y ante la cantidad de pacientes con la COVID-19 buscando ayuda, decidió ir a vivir al mismo hospital. Con más de 10.000 horas de trabajo, milagrosamente no ha resultado contagiado.

Las paredes, pasillos y salas de un hospital son la casa de un médico muy profesional y humano. Foto: Pixabay
Las paredes, pasillos y salas de un hospital son la casa de un médico muy profesional y humano. Foto: Pixabay

Andrés Rojas es el médico jefe de la Unidad de Cuidados Intensivo del hospital de Tumaco, y ante la cantidad de pacientes con la COVID-19 buscando ayuda, decidió ir a vivir al mismo hospital. Con más de 10.000 horas de trabajo, milagrosamente no ha resultado contagiado.

La jornada diaria para el médico Andrés Rojas comienza muy temprano en la mañana, pero no sabe exactamente a qué hora termina, luego de asearse y vestirse, se santigua como buen católico y clama mentalmente por la ayuda de Dios, absolutamente necesaria para la faena que tiene por delante.

Abre y cierra su puerta, y con solo unos pasos dados, el médico, jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de Tumaco, tiene que enfrentarse a las dificultades que un centro atiborrado de pacientes ofrece, porque el lugar se convirtió en su casa.

Andrés Rojas vive en uno de los vestidores del hospital desde hace 15 meses y no lo hace porque no tenga un lugar en donde residir, lo hace porque la situación de la COVID-19 en el puerto nariñense ha sido dramática desde el inicio de la pandemia, pero hasta la población del Pacífico, famosa por ser semillero de grandes futbolistas como Willington Ortiz, Léider Preciado, Jairo “el tigre” Castillo o Pablo Armero, entre otros, no llegan las cámaras de los noticieros para registrar la situación.

El hospital de Tumaco no solo atiende a los ciudadanos de la población, sino que también lo hace con los de otros 10 municipios del litoral pacífico, por lo que el centro médico vive a reventar, ante lo que el jefe de la UCI no ha querido ser indiferente, por eso destina prácticamente todo su tiempo para ayudar a los pacientes, y aunque ha trabajado más de 10.000 horas, no ha resultado contagiado.

Andrés Rojas no solo es un ejemplo de profesionalismo, sino que también lo es de humanidad, a pesar de que el trabajo es desgastante y totalmente agotador, hacen falta más manos y recursos para atender a una población tradicionalmente pobre, olvidada por los gobiernos y asediada por grupos armados irregulares.

El médico antes vivía en un hotel, pero sabía que si estaba tiempo completo en el hospital lograría mejorar su ayuda a quienes más lo necesitan, por eso no se detuvo a pensar tanto la idea y convirtió el hospital en su casa, aunque allí es poco el tiempo libre que tiene, pues está enfocado en atender a los pacientes, y gracias a alelo, la mortalidad, a pesar de los numerosos casos de contagio ha sido baja.

Este verdadero profesional de la salud y excelente ser humano es un verdadero ejemplo a seguir, y aunque no gusta de los reconocimientos, sabe perfectamente que, si no hubiese tomado la decisión de abandonar el hotel, no hubiese podido ayudar a tantas personas.