Extraditables esperan ser tenidos en cuenta por el Gobierno de Petro como gestores de paz

La instalación de la Mesa Nacional de la Paz Total contó con la presencia de personas privadas de la libertad de las cárceles Picota y Buen Pastor en la ciudad de Bogotá, algunos de ellos extraditables, quienes manifestaron su deseo de contribuir con este programa bandera del presidente de la República, Gustavo Petro.

Carlos Mario Jiménez, alias ‘Macaco’, exjefe paramilitar recluido en la Cárcel de la Picota en el sector de Usme en el sur de Bogotá, no pudo hacer presencia porque se encuentra aislado por encontrarse infectado por COVID-19, sin embargo, envió una carta en la que anuncia su deseo de contribuir a la paz.

“Tengan la certeza de que pueden contar con mis buenos oficios para sumar a esta iniciativa y alcanzar no solo nuestra libertad sino la de todos los compañeros que se encuentran en otros centros. Desde este proceso me comprometo con ustedes a sumar todas mis fuerzas y mi capacidad de gestión para que podamos dejarle a las generaciones venideras y a nuestros hijos un país en paz y lleno de oportunidades”, dice alias ‘Macaco’ en su carta.

Las mujeres recluidas en la cárcel del Buen Pastor en el pabellón de extraditables también manifestaron su deseo de contribuir a la búsqueda de la paz total de la que habla el presidente Gustavo Petro.

Estas instalaciones de mesas de Paz Total en diferentes centros de reclusión en diferentes lugares del país tienen como finalidad definir algunas de las personas privadas de la libertad que podrían ser gestores de paz para generar acercamientos con grupos armados.

La solicitud al director del Inpec para la instalación de las ‘Mesas de Apoyo a la Paz Total en la Cárcel de la Picota’ fue hecha por las corporaciones La Villa de la Esperanza, Corazón Humano y Víctimas, Conflicto y Paz (VICON).

Entre los condenados que podrían hacer parte de las mesas de apoyo a la Paz Total planteada por el presidente Gustavo Petro y que integran el programa de Paz Total, se encuentran hombres de Carlos Castaño, Los Urabeños, las AUC y hasta el hermano de ‘Otoniel’, Carlos Mario Úsuga David.

Varios de los recluidos en la Picota son requeridos por la justicia de los Estados Unidos por narcotráfico, sin embargo, esperan que con la paz total del Gobierno de Gustavo Petro se puedan evitar las órdenes norteamericanas y disminuir sus penas trabajando en favor de la paz.

Estas iniciativas han sido duramente cuestionadas por la oposición política y la ciudadanía, pues consideran que el Gobierno de Gustavo Petro está premiando a asesinos y narcotraficantes.