LA MANO PELUDA

La Mano Peluda - Leyenda

Mano de Mono - Shutterstock

EL AGARRE DEL MAL

Ay de ti chiquillo si no entraste al baño antes de ir a dormir, será mejor que ruegues para que la noche pase rápido porque si se te ocurre abandonar tu cama para desocupar tu vejiga, seguramente no podrás volver a ella.

No causa terror si se tratase de un extraño monstruo o una figura bestial, no lleva cuernos, cola ni lanza fuego pero su elemental figura horripilante hace que todo aquel que se la encuentre a su paso desee no haber nacido, es la mano peluda, esa que cuando la encuentras camino al baño, en la penumbra de la madrugada, desmiente que solo es una leyenda porque te hará vivir el infierno en la tierra.

Varios chicos han visto un puño de terror debajo de su cama, pues al buscar sus pantuflas, estas han cambiado de lugar y al agacharse para tomarlas bajo las tablas, sus propios ojos no pueden dar crédito a lo que ven y sus cuerpos simplemente quedan petrificados por el horror que esa cosa sin nombre que los ataca inmisericordemente causa, no con la intención de asustarlos para que vuelvan a la cama sino para acabar con sus jóvenes existencias.

Lo que originalmente era una advertencia de los padres para que sus hijos no se fuesen a dormir sin entrar al baño, se convirtió en relatos de niños y progenitores aterrados por la presencia cada vez más frecuente de una mano del doble del tamaño normal de la de un adulto, cubierta de pelos de alguna extraña fiera, con uñas largas, afiladas y horrendas pero humana, sí, muy humana.

Inicialmente se escondía bajo las camas pero se le ha visto en grandes ventanales, resguardando tras las puertas e incluso en los baños, por eso muchas veces esa mano deja a su paso un rastro de agua; cuando la mano aprieta, hace sentir un hielo mortal que al imprimirle una fuerza sobrenatural puede sumergir lo que agarra en una lava de volcán infernal.

arios niños desaparecieron luego de que la mano peluda los atrapó, chicos insolentes que desafiaron la autoridad y ahora derivan en el limbo; otros pocos a los que la mano apretó, lograron zafarse con una dificultad teñida de sangre, sus extremidades fueron lisiadas seriamente y marcadas con una impronta del más allá.

Dicen que la mano peluda gusta de los lugares cercanos al desierto de La Candelaria en el departamento de Boyacá, muy cerca de Ráquira y Villa de Leyva, varios conventos de la zona se encuentran como sus escondites predilectos y cuando hiere a un niño, se debe tratar igual que un ataque de feroz serpiente, si no se atiende pronto puede cegar la vida de su infante víctima.

Hoy o mejor, esta misma noche, muchos chiquillos pedirán a sus hermanos mayores compañía para ir al baño, ese lugar al que rebeldemente renunciaron antes de ir bajo las cobijas y cuyo acto es motivo de profundo arrepentimiento. Muchos niños han presentado problemas renales debido a que han preferidos soportar horas y horas con sus tripas a punto de estallar que tener que ir a un pequeño viaje de unos cuantos pasos pero con una agonía larga como camino al infierno.