Por: Juan Carlos García Sierra • Colombia.com

Santiago Botero líder de la Vuelta a España el día de la tragedia de las Torres Gemelas

El ciclista colombiano Santiago Botero se convirtió en líder de la Vuelta a España el día de la tragedia de las Torres Gemelas y en la premiación no resistió y soltó las lágrimas.
 

Santiago Botero es uno de los ciclistas más importantes de la historia de Colombia. Foto: Twitter @PedalVintage / Pixabay
Santiago Botero es uno de los ciclistas más importantes de la historia de Colombia. Foto: Twitter @PedalVintage / Pixabay

El ciclista colombiano Santiago Botero se convirtió en líder de la Vuelta a España el día de la tragedia de las Torres Gemelas y en la premiación no resistió y soltó las lágrimas.
 

Santiago Botero es uno de los ciclistas colombianos más importantes y exitosos de la historia colombiana al ganar etapas en la Vuelta a España y el Tour de Francia, así como quedarse con la camisa de pepas al mejor escalador de la ronda gala, pero especialmente al ser el único colombiano que ha logrado una medalla de oro en los Campeonatos Mundiales de Ruta, lo hizo en 2002 en la prueba contra el reloj en Bélgica.

Santiago Botero Echeverry es un ejemplo atípico del ciclista colombiano, de hecho, los europeos no creían que hubiese nacido en la tierra del café, porque su aspecto parecía más al de un pedalista del viejo continente que al de un escarabajo que encontraba en los pasos elevados una oportunidad para tomar ventaja.

Botero era un corredor muy completo, subía, bajaba, era muy bueno en las etapas contra el reloj y usaba muy bien su inteligencia para dosificar fuerzas y dar el esfuerzo justo y atacar en el momento preciso, y la Vuelta a España de 2001 significó para él una ronda que mezcló la alegría y la tristeza.

En 2001 la Vuelta a España inició un 8 de septiembre y para su cuarta etapa entre León y Gijón, Santiago Botero se coló en la fuga que dejó al alemán Erik Zabel ganador de la fracción y al colombiano como el nuevo líder de la carrera, pero lo que debería ser inmensa alegría y júbilo inmortal se convirtió en dolor, rabia, confusión e impotencia.

Aquella fracción que ponía al antioqueño Santiago Botero como líder de la ronda ibérica se corrió el 11 de septiembre de 2001 y mientras los pedalistas dejaban cada gota de sudor en el asfalto, en la ciudad de New York dos aviones se estrellaban contra las torres gemelas.

En el lote los directores tenían noción de lo que pasaba en la ciudad capital del mundo, pero no querían decir nada al pelotón, pero cuando los corredores arribaron a la meta la información se conoció rápidamente y en el protocolo de premiación se pudo ver a un Santiago Botero triste y acongojado por lo que acababa de pasar.

Botero quería celebrar a rabiar, pero la noticia de las Torres Gemelas lo había afectado mucho y dejó escapar unas lágrimas con las que manifestaba su impotencia por lo sucedido en los Estados Unidos.

El antioqueño logró en la ronda ibérica de ese fatídico año demostrar que era uno de los más importantes contrarrelojeros del mundo y se impuso en las batallas contra el minutero en Torrelavega en la séptima fracción y en Madrid en la última jornada que coronó a Ángel Casero.