Sexo, una palabra que inundó el lenguaje del golf

El mismo hombre que revolucionó la historia del golf,  se encargó de relacionar este deporte con la lujuria y la infidelidad.

Colombia.com - Deportes
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El mismo hombre que revolucionó la historia del golf,  se encargó de relacionar este deporte con la lujuria y la infidelidad.

Sexo, lujuria, escarceo, infidelidad..., fueron los términos que inundaron el lenguaje golfístico de 2010 por culpa de la vida disoluta del hombre que revolucionó este deporte desde su irrupción en el año 1997.

Las infidelidades de Tiger, el escándalo que recorrió la faz de la tierra y reconocido públicamente por él mismo el 19 de febrero, obligaron al golfista de 35 años a colgar los palos por un tiempo indefinido.

La figura triste de Tiger inundó las portadas. La de los diarios más prestigiosos y también las 'primeras' de las revistas dedicadas a la prensa rosa.

La megaestrella se sometió a terapias contra su adicción al sexo y vio cómo muchos de sus patrocinadores le daban la espalda (Accenture, Gillette, Gatorade o AT&T), lo que le iba a suponer unas pérdidas por valor de 35 millones de dólares.

Durante 43 días, Tiger luchó contra su adicción al sexo en una clínica de Missisippi. Al poco tiempo comenzó a entrenarse de nuevo y reclamó los servicios de su técnico, Hank Haney.

Después de 144 días de nula actividad profesional, Tiger anunciaba su vuelta a la competición para el 8 de abril, en el Masters de Augusta. El mismo torneo que ya había ganado en cuatro ocasiones.
El sexo a escondidas que Tiger practicó durante años arruinó su matrimonio. En agosto, el número uno del mundo anunciaba su divorcio, de cuantía multimillonaria.

El último de los eslabones de esa funesta cadena, el cetro mundial, también se le escapó de las manos tras más de cinco años de reinado ininterrumpido, desde el 12 de junio de 2005 y 281 semanas consumidas.

Tiger acabó el año sin victorias y el inglés Lee Westwood tomó el gobierno del golf mundial.
La presencia de Tiger, de 34 años, en la Ryder Cup disputada en Gales también fue insólita, pues por primera vez jugó esta competición gracias a una de las invitaciones del capitán, Corey Pavin.
Pavin acertó, pues Tiger jugó la mejor Ryder Cup de su vida, pero resultó insuficiente para evitar el triunfo europeo, en el que participó de manera sobresaliente Miguel Ángel Jiménez, el único de los españoles capaz de clasificarse.

Jiménez, con 46 años, fue el golfista español más destacado en un año de transición para Sergio García, el mejor del ránking mundial desde el año 2000 pero que atravesó la temporada casi inadvertido.

Tan mal le fueron las cosas a García, de 30 años, que tras el verano tomó dos meses seguidos de descanso. El receso, en cambio, no dio frutos siquiera en su torneo de Castellón, en donde no pasó el corte pero en donde, en compensación, se vivió la feliz vuelta a las canchas de José María Olazábal.

José Manuel Lara, Pablo Martín, Rafa Cabrera, Álvaro Quirós y, por supuesto Jiménez -tres- también conquistaron títulos en el circuito europeo. En este capítulo, la cosecha española fue excelente.

También resultó todo un éxito el tránsito de las golfistas españolas hacia el circuito profesional estadounidense.

Beatriz Recari se convirtió en la segunda española en la historia en ganar en este circuito (LPGA) y Azahara Muñoz acabó la temporada como la mejor debutante.

El panorama del "Grand Slam" arrojó campeones inéditos, salvo el Masters conquistado por tercera vez por el zurdo Phil Mickelson.

Los europeos se llevaron dos de los 'salmones', con especial relevancia para el Open estadounidense que logró el norirlandés Graeme McDowell, pues quebró 40 años de sequía para los golfistas del Viejo continente en ese torneo.

El surafricano Louis Oosthuizen se estrenó en el Open Británico disputado en el mítico St.Andrews y el alemán Martin Kaymer se impuso en el US PGA.

Kaymer fue elegido el mejor golfista del año en Europa y al otro lado del Atlántico Jim Furyk se llevó ese mismo galardón que en tantas ocasiones precedentes logró con absoluta superioridad Tiger Woods, el golfista del que se espera resucite para el año entrante. EFE