Juegos Olímpicos

Caterine Ibargüen, un baño de plata para Colombia

Estaba dentro de los pronósticos y la atleta antioqueña con su seguridad y sonrisa le cumplió a Colombia.

Colombia.com - Deportes
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Estaba dentro de los pronósticos y la atleta antioqueña con su seguridad y sonrisa le cumplió a Colombia.

La atleta colombiana Caterine Ibargüen, que había sido bronce en los pasados Mundiales de Daegu'11, dio un paso más al colgarse la plata en la final de triple salto de los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

Brilló como lo hacen las grandes la saltadora de Apartadó (12 de febrero de 1984), en una final de magnífico nivel que se llevó la kazaja Olga Rypakova, quien también mejoró una posición respecto a Daegu, donde había sido segunda.

Rypakova, que siempre saltó a continuación de la colombiana, venció con 14,98 metros, en tanto que Ibargüen logró 14,80 metros para obtener el mejor resultado de una atleta colombiana en unos Juegos.

El segundo puesto de Ibargüen supera el histórico bronce que obtuvo Ximena Restrepo en la final de 400 metros de Barcelona'92.

En Daegu (Corea del Sur) ya logró la segunda medalla de la historia de Colombia en unos Mundiales al aire libre, tras el bronce obtenido días antes por el marchador Luis Fernando López en los 20 kilómetros.

Rypakova dominaba al término de las tres primeras rondas con los 14,98 metros de su tercer salto, acosada por Ibargüen, que había llegado a los 14,67 en ese mismo turno.

La campeona del mundo y de Europa, Olha Saladuha, ocupaba sólo el quinto puesto como segunda ucraniana, con 14,48, y se despedían la veterana rusa Tatyana Lebedeva (cinco medallas olímpicas y otras tantas mundiales), que estaba décima con 14,11, y la cubana Yargeris Savigne, dos veces campeona mundial, novena con 14,12.

Saladuha despertó al final. Se situó segunda con 14,79, así que Ibargüen caía al tercer puesto provisional. El nulo de la ucraniana Hanna Knyazyeva en la sexta ronda garantizaba una medalla para la colombiana, que, con una ambición sin límites, recuperó la segunda plaza con los 14,80.

Ibargüen, quien se dedicó también a la altura, había sido la saltadora que había mostrado más regularidad este curso, puesto que siempre había terminado en el podio, lo que le dio la confianza imprescindible para superar las diferentes situaciones que se dieron durante la gran final.

En la clasificación del viernes, la pupila de Ubaldo Duany había sellado su pase sin problemas, con un único intento en el que voló hasta los 14,42, marca que  superó notablemente para bañarse en la plata olímpica.

Ibargüen había acudido a los Mundiales de Helsinki'05 y Berlín'09, así como en los Juegos de Atenas'04, para competir en salto de altura, y no superó la ronda previa y en 2011 comenzó a despuntar en el triple con triunfos y grandes marcas que la hicieron subirse al podio de Daegu, ganar los Panamericanos de Guadalajara y  a coronar su progresión con este segundo puesto.

Ibargüen comenzó en el mundo del atletismo a los 12 años y muy pronto vieron que tenía madera de campeona, con lo que convencieron a su abuela paterna, quien crió a la deportista tras la separación de sus padres, para que entrenara este deporte, que la llevó a Medellín a los 14. La entrenadora cubana Regla Sandrino fue la que la convenció para que se dedicara a los saltos.

Primero se dedicó más a la altura, pero sin resultados de relumbrón, con lo que, tras la decepción de no clasificarse para Pekín'08 por poco en triple, salto de longitud y altura, recibió la recomendación del cubano Duany para dedicarse a la primera de dichas especialidades.

También fue un buen día para el colombiano Wanner Miller quien accedió a la final de salto de altura con una marca de 2,26 metros, obtenida al tercer intento. Aunque se pedían 2,32 le bastó porque ya había los doce exigidos. La lucha por las medallas será el martes.

En cambio, quedaron eliminados el ecuatoriano Diego Ferríon, el brasileño Guilherme Cobbo y el cubano Víctor Moya, todos con 2,21. EFE

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