Hombre se implantó 2 aletas en la cabeza y ahora dice que es "transespecie"

Su nombre es Manel de Aguas, un joven artista español, fotógrafo y productor musical, que causó revuelo en redes sociales al mostrar las dos aletas de silicona que se implantó en su cráneo en enero de este 2020.

Estos nuevos 'órganos' de este hombre, cada una de 500 gramos, son dispositivos tecnológicos que están conectados por medio de circuitos ubicados entre la piel y el hueso que, según explica, le “permiten recibir información como vibraciones de sonido, humedad, presión y temperatura” de la naturaleza.

“No me considero cien por ciento humano. Mi persona no coincide con el concepto biológico que se conoce”, expresó al medio Infobae.

Para poder lograr esta transformación tuvo que viajar a Japón porque en varios centros médicos de España se negaron a realizar el procedimiento.

“Estoy muy contento de que finalmente haya podido hacer los implantes en Tokio, después de que la propuesta fuera rechazada en varios centros de España", dijo en una de sus publicaciones en Instagram.

Y agregó: "La normalización de las cirugías transespecie es aún un tema por el que se tiene que abogar y aún es difícil encontrar profesionales que quieran hacerlas, aunque uno al final siempre encuentra a gente dispuesta a ayudar. De todos modos, espero que en el futuro todo esto se vuelva más fácil”.

Desde hace varios años De Aguas es parte de la Sociedad Transespecie, una asociación fundada en 2017 y compuesta por personas con dispositivos cibernéticos integrados a su cuerpo, tal como él luce ahora.

Se considera “transespecie” y se define como Cyborg, “un ser formado por materia viva y dispositivos electrónicos”, de acuerdo con la RAE.

Aceptó que por el peso de las aletas presenta molestias en la piel. “Tengo la zona de la piel resentida. Son bastante pesadas”, dijo en entrevista con el medio argentino.

También habló de la reacción de las personas señalando que lo miran "raro", pero en realidad es algo que no le afecta para nada.

Aseguró que sus familiares y amigos lo apoyan revelando que antes de las aletas tuvo un chip en la nuca, que se colgaba con el uso de una liga.

“Fue un proceso gradual con muchas preguntas sin respuesta. Mi familia y amigos siempre me apoyaron porque vivieron de cerca cada decisión. En la calle, pues me miran raro, aunque eso no me afecta”, dijo.

“Desde siempre he tenido una conexión espiritual con la naturaleza, desde que solíamos ir en familia a hacer camping”, añadió.

Hace tres años fundó la asociación Trans Species Society en compañía de Neil Harbisson, el primer cyborg oficial reconocido por el Gobierno de Reino Unido, que posee una antena que convierte las ondas de luz en frecuencias de sonido.

De este proyecto también hace parte la coreógrafa Moon Ribas, que tuvo sensores sísmicos en su cuerpo.