“Mi papá lo presentía”: Zulinka revela premonición de Rubby Pérez antes de morir
Zulinka, hija de Rubby Pérez, aseguró que su padre parecía presentir su muerte días antes del colapso del Jet Set Club.

Zulinka, hija de Rubby Pérez, aseguró que su padre parecía presentir su muerte días antes del colapso del Jet Set Club.
La noche que debía ser una celebración más del merengue terminó en tragedia. El cantante dominicano Rubby Pérez, ícono del género, falleció de forma repentina tras el colapso del techo del Jet Set Club, una de las discotecas más reconocidas de República Dominicana.
En medio de su presentación, y mientras interpretaba una de sus canciones, el techo se vino abajo, dejando al artista sepultado bajo los escombros. Cuando fue rescatado, ya no presentaba signos vitales.
La noticia causó consternación en el mundo de la música tropical y, especialmente, entre quienes crecieron con los éxitos del merenguero. Pero más allá del duelo colectivo, también se ha abierto una búsqueda de responsabilidades.
“Mi papá lo presentía”: La intuición de Rubby y el testimonio de su hija
Zulinka Pérez, hija del artista, rompió el silencio en una entrevista con el programa Primer Impacto. No solo compartió una conversación íntima con su padre, quien, según ella, parecía intuir su muerte, sino que también reveló detalles que podrían haberle salvado la vida.
“Papi me dijo que daría su vida por nosotros, sus hijos”, contó entre lágrimas. También relató que, justo antes del derrumbe, se cambió de micrófono con su padre, una decisión aparentemente sin importancia que terminó alejándola del lugar del impacto. “Si no hacíamos ese cambio, yo también habría estado debajo del techo”, afirmó.
Rubby Pérez tenía siete hijos. Entre ellos, Zulinka, fruto de su matrimonio con Inés Lizalde (fallecida en 2022), y Casey, una hija de origen colombiano. Zulinka, quien también era corista de la agrupación de su padre, tenía una relación especialmente cercana con él.
Exigen justicia, no indemnización
Zulinka ha anunciado acciones legales contra los responsables del Jet Set Club. “Esto no fue un accidente, fue negligencia”, expresó tajante. Asegura que su lucha no tiene motivaciones económicas, sino el deseo de justicia por las vidas perdidas. Criticó también el silencio de los propietarios del recinto: “Antonio Espaillat no me ha buscado, no ha dado la cara”.
El caso reabre el debate sobre la seguridad en recintos de entretenimiento, especialmente en lugares con tanta trayectoria como el Jet Set. Una noche de merengue terminó convertida en símbolo del abandono institucional y la falta de controles. Y mientras avanza el proceso judicial, la voz de Rubby Pérez se apaga entre escombros, pero resuena fuerte en la memoria de todo un país.