Por: Stephanie Angulo Espejo • Colombia.com

”Terminamos llorando” Rafa Zea confesó que tuvo problemas con el alcohol

El actor tuvo el papel de Michael Giovanny en “El man es Germán”.

Actor Rafa Zae. Foto: Instagram @rafazae
Actor Rafa Zae. Foto: Instagram @rafazae

El actor tuvo el papel de Michael Giovanny en “El man es Germán”.

Rafa Zae fue en su momento el intérprete de uno de los personajes más queridos de la producción del canal RCN “El man es Germán” , Michael Giovanny, y es que tenía una forma de ser bastante graciosa y tierna, sin embargo la realidad que vivió el actor es totalmente diferente y es que hace tan solo unas horas salió a la luz un triste relato del pasado de Zae.

Resulta que Rafa Zae ofreció una entrevista para Diva Rebeca, lugar donde muchos personajes de la farándula han revelado sus más profundos secretos, “Era tan ñoño, que aún en mi época de borracho me iba muy bien en el estudio. Hasta que una gran actriz de Colombia, que era mi profesora de la universidad, y que yo adoraba, me citó en un bar. Yo chupaba mucho y mis compañeros empezaron a darle quejas diciéndole que yo llegaba ‘borrachito’ a las clases de 9, a media caña”, comenzó diciendo el actor.

Y recordó, “Nos fuimos a un ‘barcito’, llegamos, pidió dos cervezas para decirme que el trago se me estaba saliendo de las manos y que estaba bebiendo mucho y que el trago era una cosa muy delicada y ella me hablaba con el alma porque me quería mucho. Y mientras me hablaba de la importancia de no beber nos pegamos una rasca. Terminamos llorando”.

El actor aceptó que no se dio cuenta hasta que intentó salir del problema, “Yo sabía que tenía que bajarle al trago. Yo creo que sí tuve problemas de alcohol. Uno no se da cuenta cuando se comienza a salir. Yo vivía con mis hermanos en esa época y había dos gajos de cebolla y media de aguardiente. Y con eso comenzaba mi día. Iba a salir de mi casa y me zampaba otro trago. Al final del día ya estaba hecho nada”.

Resulta que cuando estuvo en Buenos Aires compró dos botellas de vino, día en donde entendió que ya no tenía control de las cosas pues se las tomó ese mismo día, “Allá el vino era súper barato. Pero, cuando llegué de nuevo a la habitación y vi el desastre, pensé en mis papás y los esfuerzos que estaban haciendo para que yo estudiara. Ese mismo día cogí las botellas y no volví a tomar así. Ahora, me tomo una o dos cervezas, o cuando estoy muy contento ocasionalmente”.

Finalmente reveló que tomó los problemas por sus manos y comenzó a acudir a terapia y buscar ayuda, “El cuerpo mismo me va avisando. Voy al médico y no da. Pero la vida misma te manda a alguien para entender que son otras cosas las que te pueden estar pasando”.