Sebastián Caicedo contempló la posibilidad de suicidarse después de su separación de Carmen

Sebastián Caicedo y Carmen Villalobos fueron una de las parejas más queridas y más sólidas de la farándula colombiana, pues duraron juntos cerca de 13 años; sin embargo, todo parece indicar que la llama del amor se apagó justo unos meses después de haberse casado en una de las ceremonias más bonitas del entretenimiento. 

Confirmaron que su relación había llegado a su fin con un corto y contundente mensaje en sus redes sociales, pidieron a sus seguidores y medios de comunicación respeto por la decisión que tomaron y que se les dejará en paz tras varios rumores al rededor de su divorcio.

Hasta el momento, Carmen, por su parte, ha decidido mantenerse en completo silencio, no habla de aquel capítulo de su vida e incluso elimino cualquier fotografía o prueba que quedara de aquella relación. Mientras que el actor sí se ha referido en múltiples oportunidades a la ruptura y las consecuencias que esta trajo en su vida, como el aumento de peso, o los problemas de depresión. 

En una de sus recientes entrevistas, el actor estuvo como invitado a la emisora Bésame. Allí, reveló que la fuerte depresión que padeció por poco lo lleva a atentar en contra de su propia vida, por lo que decidió tomar un retiro espiritual en Argentina y confesó que, una de las peores decisiones que pudo haber tomado fue el haberse encerrado para aislarse del mundo.

Con el objetivo de encontrar una solución, Caicedo decidió confiar en cuestiones astrales o esotéricas, hasta que una persona llegó a su vida y le sugirió buscar refugio en lo espiritual y en el creador: “Cuando estaba en mi finca tenía pensamientos raros, como que se me acabó el mundo, apague y vámonos [...] Tuve esos pensamientos suicidas y me quería colgar en un árbol y dos cosas no me dejaron hacerlo: el dolor de mis papás y el temor de Dios”, comentó Caicedo.

“Un día se me acerca alguien y me dice: ‘Sebastián, quiero orar por ti’. Yo le dije, claro, dale. Se me acerca, me abraza y me dice en el oído: ‘Ese día, que estabas mirando ese árbol, tú no estabas solo, yo siempre estuve contigo’”, dijo el actor con la voz conmovida por el relato.

Aseguró que nadie sabía del pensamiento que había pasado por su mente, por lo que las palabras fueron más poderosas: “no hay que ser muy inteligente ni poseer una inmensa espiritualidad, para saber que el que habló ahí fue Dios”. Y asegura que eso fue una segunda oportunidad que le daba Dios.