Sofía Vergara habló sobre los retos de ser "mamá luchona" mientras buscaba el sueño americano

Sofía Vergara es para muchos la actriz colombiana más importante en el extranjero. La barranquillera ha tenido una gran carrera en Estados Unidos, protagonizando series como ‘Modern Family’ y ‘Griselda’, así como haciendo apariciones en varias películas norteamericanas como ‘Los Pitufos’ y ‘Los tres chiflados’.

Sin embargo, llegar hasta donde está no ha sido nada fácil, especialmente cuando tuvo la responsabilidad de criar a un niño. Cabe recordar que Sofía es madre de Manolo, quien vio la luz del día por primera vez el 16 de septiembre de 1991. Aunque el niño (que hoy es todo un hombre) nació en medio de un hogar conformado por papá y mamá, dos años después de su nacimiento Sofía Vergara y José Luis González-Ripoll se separaron.

Tras el divorcio, Vergara tenía claro: quería probar suerte en Estados Unidos; sin embargo, iniciar de cero no era fácil, mucho menos llegando sola y tan joven a un nuevo país (tenía menos de 25 años), y mucho menos siendo madre soltera.

No obstante, los sueños vencieron al miedo y, aunque difícil, la colombiana logró ser ambas cosas: una mujer exitosa en el medio del entretenimiento estadounidense y una gran mamá.

“Me vine con Manolo bien chiquito, y ese nervio de no estar segura de si dejar mi país era la mejor decisión, si tal vez debía esperar, me desvelaba. Pero también me mordía la ilusión de las nuevas oportunidades que se abrían y me atreví”, dijo Sofía Vergara en medio de una conversación con El País de España.

La barranquillera aclaró que cuando ella se atreve a hacer algo, sí o sí tiene que lograrlo; no obstante, al comienzo de su carrera no fue nada fácil dejar a su hijo para buscar el éxito y agradece que su mamá siempre estuvo para ella.

“Me tocaba recorrer el mundo entero y me daba una tristeza enorme dejar a Manolo en una época donde uno no podía estar tan conectada como ahora sí pueden estarlo las mamás que trabajan. Ahí me ayudó que mi mamá se viniera y me ayudara tanto. Y que él se adaptara tan bien, Manolo era un buen “pelao”, buen estudiante, tranquilo, amoroso, un viejito juicioso. Esa fue mi mayor suerte”, añadió.

Por último, recordó que, junto con su mamá también llegaron sus hermanos a Estados Unidos, por lo que puede decir que, tanto ella como Manolo, nunca estuvieron solos.

“Dejar todo y salir de Colombia con Manolo fue difícil, pero luego se vinieron mi mamá y mis hermanos a Miami y armamos juntos nuestra vida aquí, en familia (…) todo lo que soñé y quise lograr en mi carrera lo conseguí unida a ellos y con su ayuda”, dijo Sofía.