Tom Holland reveló que tiene una larga lucha con el alcohol

Tom Holland se ha convertido en una de las estrellas más populares y comentadas de los últimos tiempos, ya sea por sus increíbles proyectos laborales, su relación con la actriz Zendaya o por su personalidad que parece haber conquistado todo internet, sin embargo para el joven actor de solo 27 años el camino no ha sido tan sencillo.

En una reciente entrevista que diera para el podcast “On purpose” Holland reveló que tuvo que enfrentar una larga lucha en su camino para regresar a la sobriedad, al respecto dijo, “Definitivamente volver a ser sobrio fue lo mejor que me ha pasado, pero también lo más difícil que he llegado a superar, no me desperté un día y dije, voy a dejar de beber, simplemente seguía el camino de muchos británicos”.

Continuó, “Había tenido un diciembre muy borracho, navidad, estaba de vacaciones, estaba bebiendo mucho y siempre he podido tener mucha resistencia al alcohol”, algo que le atribuyó a los genes de su madre, sin embargo en determinado punto su consumo de alcohol no solamente había pasado los niveles normales, sino que había llegado un punto en que lo único en lo que podía pensar era en tomar otro trago.

Eso según dijo fue lo más difícil que había hecho, “me despertaba pensando en eso, estaba mirando en reloj y lo único que me preguntaba es cuando serán las malditas doce del día para poder tomar otra copa”, Tom reveló que ese comportamiento y su deseo extremo de beber realmente terminan asustando y por eso pensó que tal vez tenía un problema con el alcoholismo, así que cuando inició el año en el mes de enero pensó, que debía dejarlo hasta ahí.

Cuando vió que la situación le estaba costando tanto trabajo, en lugar de desistir ya que se encontraba bastante asustado, “en lo único que pudo pensar fue, voy a extender esto un mes más, si me castigo a mi mismo no consumiendo alcohol durante dos meses, entonces podré probarme a mí mismo que en realidad no tengo un problema con el alcohol, y si pasaron dos meses y todavía seguía luchando”.

Motivo por el cual en lugar de tirar la toalla decidió extender el pacto de no beber a 6 meses, cuando por fin llegó el primero de junio estaba tan feliz como jamás se había sentido en su vida, podía dormir mejor, resolver mejor sus problemas e incluso todas esas cosas que de repente lo sacaban de quicio simplemente ya no tenían importancia.