Viuda de Jota Mario: Descubre un regalo escondido después de casi cuatro años
La viuda de Jota Mario abrió un regalo que le dejó su esposo en una extraña carpeta de su computador.
La viuda de Jota Mario abrió un regalo que le dejó su esposo en una extraña carpeta de su computador.
El recordado presentador Jota Mario falleció en la ciudad de Cartagena en el Hospital de Bocagrande, en donde se encontraba internado desde 5 días atrás y quien falleció por causa de un paro cardiorrespiratorio que sufrió a las 12:00 del mediodía del 6 de junio del 2019.
Así lo confirmó su compañera sentimental en este fatídico día, "Jota se fue tranquilo, no sufrió, lo estuvimos acompañando, su familia estuvo con él; lo que más amaba en su vida que eran sus hijos también estuvieron aquí. Yo realmente estoy muy agradecida con Colombia y con toda la gente que oró por él".
A pesar de que han pasado casi cuatro años desde su muerte fue gracias a su viuda Gineth Fuentes que salieron mucho más detalles a la luz sobre lo que fue la vida de uno de los más queridos presentadores del país. Resulta que su exesposa aún mantiene viva su memoria, esto lo hizo esta vez en diálogos con “Vos podés, el podcast” en donde habló sobre un regalo que recibió de su esposo, poco tiempo después de que falleciera, pero que no pudo ver sino años después.
Se trataría de una carpeta hecha por el presentador para su esposo, la cual dejó en el escritorio de su computador con el nombre de ella, “Muchas cosas las descubrí cuando él ya no estaba. Yo sabía que esa carpeta existía y que él efectivamente tenía muchas cosas personales mías en esa carpeta. Pero algo de lo que yo no tenía ni idea era de la existencia de una carpeta que se llamaba ‘Poemas Neth’”.
Resulta que cuando ellos empezaron su relación, Jota Mario a modo de conquista le dedicaba bellos poemas, sin embargo, la gran sorpresa fue que él se puso a la tarea de grabarlos con su voz y editarlos para que quedaran musicalizados, “Yo sabía que esos poemas existían porque él una vez me los mandó […]. Lo que no sabía era que él en algún momento de su vida se tomó el trabajo de grabarlos con su voz y musicalizarlos. Cuando me encuentro esa carpeta y le doy ‘play’, vuelvo a oír la voz y dije ‘uy, Dios mío’… [le di] apagar”.
“Hasta dos días antes de que cumpliera 4 años de muerto dije que ya era el momento. Puse la carpeta y oí cada uno de los poemas. Fueron 12 poemas”, relató su esposo quien durante 15 años también trabajó a su lado.