Pilar Castaño habla de los textiles esenciales en historia de la moda

Hay objetos que persisten y gozan de muy buena salud con el paso del tiempo. Las pashminas o pañoletas de seda son un tema de leyenda en el mundo de la moda.

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Hay objetos que persisten y gozan de muy buena salud con el paso del tiempo. Las pashminas o pañoletas de seda son un tema de leyenda en el mundo de la moda.

Mujeres que se han convertido en iconos del estilo, mujeres celebres que durante décadas han aparecido en libros, películas y revistas dejando su huella indeleble con prendas que las volvieron inolvidables.

“Grace Kelly, Sophia Loren, Jackie Kennedy o Audrey Hepburn, no salían jamás sin sus pañoletas de seda bien anudadas al cuello o cubriéndoles la cabeza o cayendo de manera muy chic de sus espectaculares carteras”, asegura Pilar Castaño, experta en moda y vocera de la firma de lujo austriaca  FREYWILLE en Colombia.

La pañoleta es una prenda que asociamos de inmediato con un complemento del vestir de la mujer que en la actualidad no solo se utiliza para abrigar ligeramente o llevar de forma clásica. Existen de diferentes tamaños, colores y tejidos según el uso que se le vaya a dar.

Sobre el uso de las pañoletas Pilar Castaño afirma que, “el textil es un accesorio infaltable en una mujer elegante. Hoy, la mujer es más dinámica, trabaja. Una bella pañoleta adorna, viste, alegra una vestimenta, le da un toque femenino a cualquier atuendo. La forma de llevarla hace toda la diferencia”.

Existe más de una manera de ponerse un textil, por ejemplo de la firma FREYWILLE, marca de lujo Austriaca que lleva décadas, no solo produciendo las más exclusivas joyas sino acompañando a los señores con finísimas corbatas en pura seda y elaborando los textiles terminados a mano que refleja el lujo de una pañoleta. Se destaca por reproducir con bellísimos diseños el arte de reconocidos artistas como Gustav Klimt, Friedensreich Hundertwasser, Claude Monet y Alphonse Mucha.

Con la alegría de una pañoleta de colores, la mujer que la lleve puesta asegura verse joven, fresca radiante. Es un accesorio que no puede faltar en el clóset.