COLOMBIANOS EN EL EXTERIOR

Por: Raúl Gabriel Campos Castiblanco • Colombia.com

El Atlético de Arias derrotó al Villareal de Bacca frente a Carlos Queiroz

Atlético de Madrid, equipo del lateral, venció este domingo por 2-0 al Villareal.

Colombia.com - Fútbol
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Atlético de Madrid, equipo del lateral, venció este domingo por 2-0 al Villareal.

El encuentro tuvo a ambos jugadores ‘cafeteros’ de inicialistas, así como el nuevo técnico de la Selección Colombia Carlos Queiroz y el presidente de la Federación Colombiana de Fútbol Ramón Jesurún en las tribunas del Wanda Metropolitano de Madrid.

En cumplimiento de la fase exploratoria de su nuevo cargo, el nuevo seleccionador nacional hizo presencia en el estadio ‘colchonero’ para conocer de primera mano el juego de Carlos Bacca y Santiago Arias, así como poder entablar su primera conversación con ellos, previo a la primera convocatoria de la Selección Colombia para el mes de marzo ante los combinados de Japón y Corea del Sur.

El día anterior, Queiroz estuvo presente en Múnich donde James Rodríguez se reportó con asistencia en la más reciente victoria del Bayern.

En cuanto al duelo de este domingo en Madrid,el Atlético logró mantenerse a siete puntos de Barcelona luego de hacer un partido práctico, sin exprimirse, y con un gol de Álvaro Morata, cuyo anhelado estreno sobre la portería rival fue tan celebrado como definitivo para derribar al Villarreal, vivo pero sin remate hasta la sentencia final (2-0) de Saúl.

Por fin, en el minuto 31, llegó el gol que tanto y tanto buscaba el delantero madrileño, frustrado ya dos veces al límite por el VAR; primero contra Real Madrid, después el miércoles contra  Juventus. Un alivio para el atacante, que en tono de broma simuló el gesto que hace el árbitro cuando consulta con el vídeo-arbitraje.

La eficacia del '22' está fuera de toda duda. En prácticamente tres ocasiones ha firmado tres goles. Las dos de partidos precedentes no valieron, por fuera de juego y por una supuesta falta, siempre a expensas de la revisión del VAR; el tercero sí, este domingo contra el Villarreal: un remate perfecto, más complejo de lo que aparentó el delantero, por la dirección y la potencia a ras de suelo justas para hacerla imposible para Sergio Asenjo.

Desde el gol de Morata, el primero que marca de rojiblanco, desenredó el conjunto rojiblanco un partido que hasta ese momento no iba ni para un lado ni para el otro. Ni para el local, a menos revoluciones que el pasado miércoles, más a la expectativa que ambicioso, ni para el visitante, tan prudente como plano en ataque.

No hubo una superioridad evidente del Atlético, ni muchísimo menos, tampoco una respuesta rotunda del Villarreal a raíz del 1-0, más allá de un aparente paso adelante que sólo se transformó en su juego en campo contrario y un cabezazo de Mario Gaspar a las manos de Oblak, en el sitio justo para posponer cualquier reacción.

Pero tanto antes como después del 1-0 sí había una sensación recurrente en cada pasaje del partido, que todo dependía del Atlético. Si le daba un plus más de intensidad, de voracidad y de velocidad, ya no habría encuentro para el Villarreal. Si la idea era contemporizar, jugar con la mínima renta, habría vida para su rival.

No hizo el Atlético ni lo primero ni lo segundo. Se limitó a un término medio que por momentos contempló un ejercicio de control y posesión ineludible para su adversario, pero que también, y mucho más rato, le ofreció margen al Villarreal para vislumbrar alguna opción de empate. Dio unos cuantos sustos, pero le faltó remate.

Ya el Atleti había optado como tantas otras veces por un plan recurrente cuando manda en el marcador y está presente el desgaste de una cita reciente: repliegue y contragolpe, ya sobre el campo con Diego Costa, que tuvo dos contraataques y no remató ninguno. No le hizo falta al Atlético, que ya rentabiliza a Morata: un gol y tres puntos, asegurados en los instantes finales por Saúl Ñíguez con el 2-0 y la sentencia del triunfo. Era ya el minuto 88.